La fiscal Viviana Fein, que investiga la muerte de Alberto Nisman, se defendió de las críticas a su actuación que hizo la jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del fallecido fiscal, al presentar el informe de la querella, en el que afirmó que se trató de un homicidio, y aseguró que no puede descartar "de forma categórica ninguna hipótesis", ya que para llegar a una conclusión debe "evaluar antes una serie de informes médicos".
"Yo trabajo, cada persona tiene la libertad de pensar como quiera. Yo doy respuestas a la opinión pública. La Dra. Salgado se valió de técnicos, yo hago lo mismo con los expertos de la Corte Suprema", dijo Fein en declaraciones a Radio Nacional.
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La ex mujer de Nisman aseguró que "no se ha podido comprobar la única hipótesis sobre la que vino trabajando la fiscal" y dio las conclusiones del informe, que arrojó que el fallecido titular de la UFI-AMIA fue asesinado.
En ese sentido, la jueza enfatizó: "El suicidio no podrá ser acreditado por la simple razón de que Alberto Nisman no se suicidó, a Alberto Nisman lo mataron". Esta versión, indicó Arroyo Salgado, "es la que su familia sostuvo desde un primer momento y hoy se encuentra respaldad por el rigor científico".
Consultada sobre este punto, Fein señaló: "La verdad que no me sorprendió que los peritos de parte cuestionen exámenes que figuran en la causa. Es algo normal y esperaba que llegaran a esa conclusión". Y agregó: "No me siento hostigada, ella es parte y tiene todo derecho a presentar eso, y mi obligación es investigar y cotejar los exámenes médicos con el resto de la causa".
"Llevamos 16 cuerpos de causa, son muchas hojas. Mi función es investigar y llegar a la verdad si las pruebas me lo permiten. La presión que ejercen los medios cada uno sabrá por qué, pero yo no hablo de presión, yo investigo", reiteró, y agregó: "Yo me manejo con total frontalidad y sinceridad, no voy a permitir que se diga eso en cuanto a los tiempos, está volcado en la causa".
La Fiscal ratificó que "no siente presiones de ningún tipo", y que trabaja "tranquila" en la búsqueda de la verdad sobre la muerte de Nismam.
"No sufro ni sufrí presiones de parte del poder político. Nadie me llama ni me dice lo que tengo que hacer. Tengo 42 años de carrera y si algo me hubiera incomodado dejaría la causa", enfatizó.
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