Después de que Cambiemos estableciera como un eje de campaña la idea de que el kirchnerismo 'asesina opositores', el fiscal Carlos Stornelli se puso en sintonía con el Gobierno y aseguró que su vida corría peligro.
Siguiendo el lineamiento de la Casa Rosada para evitar un éxodo de votantes de cara a las elecciones de octubre, el funcionario judicial profundizó la nueva campaña del miedo en contra de Unidad Ciudadana.
En medio del escándalo por sus cinco ausencias al juzgado de Dolores, al que fue convocado por el juez federal Alejo Ramos Padilla para declarar por la causa por espionaje ilegal por la que está detenido Marcelo D'Alessio, el magistrado explicó en TN que fue "el objetivo de una campaña" en su contra y que se trató de "una maniobra pergeñada" por la oposición.
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Tras justificarse, aseguró que antes de conocerse la causa de los cuadernos le advirtió a Diego Cabot sobre la peligrosidad de la investigación. "Yo sabia que nuestras vidas corrían peligro y por eso era importante mantener el secreto", afirmó y luego dio a entender que desde el entorno de la expresidenta Cristina Kirchner podrían haberlo mandado a matar.
"Yo creo que alguien no recurrió a las vías de hecho porque llegó tarde, pero si hubieran sabido que teníamos esa información creo que con mucho menos dinero de lo que pagaron para esta operación, contrataban un sicario", aseguró.
De esta forma, profundizó el lineamiento que semanas atrás marcaron importantes figuras del oficialismo como Laura Alonso, Paula Oliveto y Jaime Durán Barba, que dieron a entender que el kirchnerismo busca silenciar a sus enemigos o críticos políticos a través del uso de la violencia.