La Procuración Penitenciaria de la Nación informó que en 2017 la población masculina de las cárceles federales aumentó un 8 por ciento y la femenina se incrementó un 16 por ciento con respecto a los datos del 2016. A su vez se incrementó el número de muertes violentas y no violentas dentro de los centros de encierro.
El 31 de diciembre de 2016 había un total de 10.968 personas detenidas en cárceles federales, y un año después había aumentado a 11.861 personas, un incremento anual del 8%. La población femenina en el transcurso del último año aumentó de forma significativa, pasando de 794 mujeres a 946, un 16%.
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"Lo que resulta llamativo si se tiene presente que los niveles de encarcelamiento femenino en la órbita del SPF mantuvieron cifras moderadamente estables desde el 2008", sostiene la Procuración Penitenciaria en un informe que alerta que las cifras no incluyen a los presos federales que están fuera del SPF, como los detenidos en cárceles provinciales, o en lugares de detención de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval o comisarías policiales.
El estudio además informa que durante el 2017 se han registrado 41 muertes, diecinueve de ellas violentas, es decir que no fueron por enfermedades. En 2016, los fallecimientos fueron 36.
"La arista del fenómeno con mayor nivel de gravedad y visibilidad durante el 2017 han sido los diez casos de ahorcamiento en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza. Los diez ahorcamientos superan ampliamente su media anual de 2,8 para el período 2009-2016", afirma el estudio.
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