A través del libro "Calu Rivero…… poner título aquí", la actriz reveló cómo fueron los difíciles días que debió vivir por el acoso de su colega Juan Darthés.
En el capítulo "No era ficción, estaba ocurriendo en la realidad", Rivero relató el acoso del actor, a quién denunció públicamente, que la llevó a renunciar a la novela Dulce Amor.
"Necesito que salga el dolor, con el deseo que no regrese más", sostiene la actriz en el comienzo de ese apartado, según detalló Infobae.
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Y remarcó: "Era más joven de lo que soy ahora y, por cierto, mucho más ingenua. Vivía la actuación como una aventura, un juego, más que como una profesión. Era una actriz esponja que todo lo absorbía y lo hacía carne y eso me volvía especialmente vulnerable".
En esa línea, Calu también planteó la situación asimétrica entre ambos. "Él era un actor consagrado, varón y mucho más grande que yo, en edad y contextura. Entre nosotros había una situación asimétrica, tanto en experiencia como en poder y en relaciones con el medio", afirmó.
Al tiempo que aseguró: "Recuerdo la primera acción que me paralizó ante el exceso. Intenté justificarlo entendiéndolo como un impulso de seducción que mi compañero no podía controlar. La angustia, el vacío y el dolor se instalaron en mí y se hicieron cada vez más intensos".
En ese sentido, Rivero resaltó que "escena tras escena, el exceso se repetía", a la vez que "el malestar" crecía en ella y la paralizaba. "Es una sensación de vértigo constante, de miedo y espanto, pero al mismo tiempo de no querer soltar eso en lo que me había comprometido, eso que prometía ser mi sueño".
Según el relato de la actriz, un día se preguntó "¿qué pasa si te vas?" y dijo "basta", pero "siguió la burla, la incomprensión". "Era él quien estaba confundido o más bien fundido en su personaje. Pero esa fusión lo hacía un monstruo opresor para mí, Calu, no para mi personaje", agregó.
Y develó: "Me quedé muda, paralizada, creí que estaba rodeada de sordos y luego la situación terminó por devolverme una imagen distorsionada de mí misma. Me ayudó a conocerme más, a replantearme cómo vivir y encarar mi profesión".
El acoso de Darthés la llevó a alejarse de la actuación durante tres años y a tratarse psicológicamente. "Aprendí que nadie me va a ayudar mejor que yo misma, aprendí a sacar fortaleza de mí. Ahora soy una mujer autodeterminada, decidida, sensible, consciente del otro, pacifista y más fiel a mí misma", aseveró sobre su trabajo terapéutico.