A comienzos de abril del año pasado, impulsado por los reiterados arrebatos de motochorros en el centro porteño, el Gobierno de la Ciudad promovió un proyecto de ley que preveía exigencias para los motociclistas.
La iniciativa, que buscaba prohibir la circulación de motos con un acompañante en el área del microcentro durante los días hábiles y exigía el uso de chalecos reflectantes con el número de la patente impreso en la parte delantera y trasera, sin embargo, no prosperó.
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"Para qué seguimos cambiando leyes si no respetamos las que tenemos", dice nueve meses después Alberto Gasparini, de la organización Luchemos por la vida, ante la consulta de El Destape. "Son iniciativas que no prosperan porque no tienen fuerza de criterio", opinó Gasparini sobre los proyectos que desfilan en la Legislatura.
La venta de motos creció exponencialmente en la última década. Mientras en 2003 se vendía 35 mil unidades, en 2014 se superaron las 700 mil, de acuerdo a la Cámara de Fabricantes de Motos (CAFAM). Para Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de Centro de Estudios de Seguridad Vial (CESVI), "en principio hay que seguir trabajando en cuestiones que hacen a la concientización en el uso del casco y el multipasajero", indicó.
"La moto termina siendo un fenómeno nuevo de la seguridad vial en la ciudad que ha cambiado la accidentología porque se fue masificado tanto el uso de la moto que hace que determinadas situaciones de riesgo ha complicado los índices", explicó. "La problemática de la moto se toma con mucho protagonismo. Es varias veces más insegura que un automóvil por la exposición que tiene el cuerpo".
De las medidas propuestas en la Legislatura porteña, opina Brambati, sólo tiene impacto la iniciativa del chaleco "por la posibilidad de que sea visto pero el resto no son medidas de seguridad vial sino de prevención del delito". A diferencia de Gasparini, el especialista de CESVI, asegura que "los controles (en la ciudad) han mejorado. Hay una mayor utilización del casco de lo que existía. Antiguamente no pasaba, creo que hubo un cambio cultural".
Casi en paralelo a la propuesta de la ciudad, en abril de 2014, la provincia implementó el uso de casco con la identificación de la patente y chaleco reflectante obligatorio para circular como acompañante en moto.