Atentado a la AMIA: arranca el histórico juicio por encubrimiento

06 de agosto, 2015 | 09.00
Luego de una demora que parecía eterna, comenzará el juicio por encubrimiento del atentado a la AMIA. Integrantes del Poder Judicial, Ejecutivo y las fuerzas de seguridad se sentarán en el banquillo de los acusados como punto final de un largo proceso que incluyó el reclamo de los familiares en búsqueda de, aunque sea, algo de justicia para los 85 muertos del hecho ocurrido el 18 de julio de 1994.

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La primera de las audiencias que se llevarán a cabo todos los jueves tendrá lugar a las 9:30. El tribunal estará presidido por el magistrado Jorge Gorini, acompañado por Néstor Costabel y Karina Perilli. Entre los acusados está el ex presidente Carlos Menem, el ex jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, los ex fiscales del caso Eamon Müllen y José Barbaccia, el ex juez de instrucción Juan José Galeano, el ex policía federal Jorge "Fino" Palacios y el ex titular de la DAIA, Ruben Beraja.

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También están apuntados en la causa el reducidor de autos Carlos Telleldín, que recibió del propio Galeano la suma de 400 mil dólares para imputar a un grupo de policías bonaerenses en la investigación del atentado y desviarse de la llamada "pista siria", el abogado Víctor Stinfale, la esposa de Telleldín, Ana Borani, el ex comisario Carlos Castañeda y el ex agente de la SIDE Patricio Finnen.

Inclusive, la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, está llamada a declarar como testigo en el juicio en el que declararán más de 140 personas.

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El juicio buscará echar luz sobre un presunto plan para encubrir la denominada "pista siria", que se dirigía al empresario sirio Alberto Kanoore Edul, cercano al por entonces presidente Menem. Apenas 10 días después del atentado la investigación se centró sobre este ciudadano argentino-sirio, se dispusieron escuchas telefónicas sobre él y el allanamiento de inmuebles pero, imprevistamente, la investigación se paralizó, aparentemente por una orden presidencial al juez Galeano.

En este contexto, se juzgará sobre el pago de Galeano a Telleldín para que acusara a policías bonaerenses, cuyo jefe político de aquel entonces, el gobernador Eduardo Duhalde, estaba enfrentado a Menem.

Varias agrupaciones de familiares, como Memoria Activa y 18J, venían reclamando que se lleve a cabo el juicio con el objetivo de buscar la verdad sobre lo que pasó aquella mañana en el barrio de Once. Mucho antes de que ocurriera la muerte de Nisman y la marcha del 18F, estas agrupaciones fueron duras críticas de la labor de Alberto Nisman y de los fiscales Germán Moldes y Raúl Pleé por no dar impulso a la causa.

La propia embajada de los Estados Unidos se entrometió en la investigación y ordenó a Nisman, titular de la UFI AMIA, que se concentrara en la investigación del atentado y dejara de la lado la investigación por el encubrimiento, según se supo tras la difusión de cables diplomáticos conocida como Wikileaks.

Este será el segundo juicio por el atentado. El primero, culminado en 2004, se basó en la fallida investigación de Galeano, que fue destrozada en las audiencias y en donde se absolvió a todos los implicados.

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