En un marco signado por la ausencia del candidato que más votos sacó en las PASO, se llevó a cabo el primer debate presidencial en la Argentina. Adolfo Rodríguez Saá, Sergio Massa, Nicolás Del Caño, Margarita Stolbizer y Mauricio Macri asistieron a la facultad de Derecho de la UBA en el evento organizado por una ONG en un clima de calma entre los candidatos, cuyo máximo rival parecía estar afuera y no dentro.
Luego de varias desorganizaciones en el primer debate de la historia argentina, el mismo comenzó pasadas las 21. Dividido en 6 ejes temáticos, los candidatos tenían un contador en frente para tener presente los 2 minutos que disponían para dar sus propuestas sobre algunos de esos ejes más 30 segundos para preguntar a otro de los contrincantes, quienes a su vez disponían de un minuto para contestar.
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"Buenas noches, país", fue la bienvenida con la que el periodista de Telefé Noticias Rodolfo Barili (los otros dos moderadores fueron Luis Novaresio y Marcelo Bonelli) dio inicio al acontecimiento. Stolbizer, Del Caño, Macri (que se equivocó de atril), Rodríguez Saá y Massa fue el orden de aparición. El debate arrancó tranquilo entre los candidatos. Tan solo la referente de Progresistas y el FIT se dedicaron a cuestionar a sus rivales con más fiereza.
Entre Massa, Macri y Rodríguez Saá se percibió no solo cierta coincidencia de argumentos, con algunos matices, sino hasta complicidad para criticar al ausente Daniel Scioli. "Adolfo, ¿cómo sentís que el Gobierno trató al federalismo?" le preguntó Macri al ex gobernador de San Luis. "¿Crees que se puede lograr pleno empleo?", le cuestionó este último al ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner. "¿Pensás que hace falta un Nunca Más a la corrupción?", le cedió la oportunidad Massa a Macri.
Los cinco aspirantes a la presidencia disponían además de 30 segundos adicionales por bloque ante la ausencia de Scioli. Massa aprovechó ese bonus track para pedir "silencio" como forma de marcar que el gobernador bonaerense no estuvo presente.
La diputada nacional de Progresistas fue precisamente quien le enrostró al líder del PRO ("de Cambiemos", le aclaró a Marcelo Bonelli) el reciente escándalo por las contrataciones al periodista y ex cabeza de lista de diputados nacionales Fernando Niembro. "En 8 años nunca tuvimos denuncias, es la forma de hacer campaña del kirchnerismo", se atajó el jefe de Gobierno porteño.
Macri apeló a una fórmula conocida: entrar por la empatía, apelando a las anécdotas de las "personas comunes" que conoce en sus recorridas, y reiteró sus propuesta de un millón de créditos hipotecarios, además de crear "4100 Centros de Primera Infancia en todo el país" y "urbanizar las villas" de la Argentina, algo que en la Ciudad está obligado por ley en el caso de la Villa 20 y hasta el momento no se cumplió en su totalidad.
Fue precisamente Del Caño quien se encargó de enrostrarle a Macri esta incoherencia, quien apeló a un argumento conocido: responsabilizar a Gobierno nacional por los problemas en la Ciudad.
En las butacas asistían varios referentes de los principales espacios políticos. Massa estuvo acompañad por Felipe Solá, Ricardo Delgado, su vice Gustavo Sáenz y su esposa Malena; del macrismo estuvieron Patricia Bullrich, Gabriela Michetti y Federico Pinedo, como así también Juliana Awada; Stolbizer contó con la presencia de su candidato a gobernador Jaime Linares y Manuel Garrido y la izquierda llevó a toda su primera plana, entre los que se cuentan Miriam Bregman (compañera de fórmula de Del Caño), Gabriel Solano, Marcelo Ramal y Néstor Pritola.
El candidato del FIT también cuestionó a Margarita Stolbizer por los pactos que su fuerza política mantiene en algunas provincias con el PRO y el FR, a lo que ésta respondió que se debía a la situación de varios de esos distritos, gobernados bajo un régimen "feudal". A Massa, el trotskista le enrostró un doble discurso por pedir que se pague presentismo a los docentes y las reiteradas ausencias en el Congreso. "Me sorprende-dijo el ex intendente de Tigre-: nuestro bloque hace un importante trabajo legislativo, como así también en la Justicia, bloqueando la designación de fiscales militantes. El trabajo parlamentario incluye códigos, no solo el día de la mermelada".
Tanto el aspirante del Frente Renovador como el de Compromiso Federal coincidieron en bajar las retenciones a las exportaciones agropecuarias y eliminar los ROEs, en un guiño hacia el campo. Massa insistió en su propuesta de bajar la edad de inimputabilidad a 14 años y usar las Fuerzas Armadas para combatir el delito. Sorpresivamente, Saá planteó que el modelo Uruguay en cuanto al tratamiento de las drogas es un modelo a seguir.
El único momento de relativa tensión entre Massa y Macri se vivió cerca del final, cuando Massa le recordó las acusaciones de un supuesto pacto con el kirchnerismo que provinieron. Allí, el jefe de Gobierno porteño le recordó a ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner su pasado político reciente.
Quien tuvo la última palabra fue el puntano, que auguró que habrá un balotaje por primera vez en la historia argentina para el cual pidió "un acuerdo para toda la Argentina" entre todas las fuerzas de la oposición.