Argentina-Chile: fiebre por una entrada para la final de la Copa América 2015

02 de julio, 2015 | 19.27
La ambición de conseguir entradas para la final del sábado parece ser una misión imposible para los hinchas argentinos que acompañaron a la Selección durante todo su recorrido en Chile o para los que están dentro otro lado de la cordillera con el anhelo de viajar el fin de semana.

Es que el remanente de tickets oficiales se distribuirá a través de una agencia, con prioridad para los que ya habían contratados los paquetes o se habían asegurados sus lugares antes del inicio de la competencia, y con ese panorama, la reventa se convirtió en la gran vedette de la previa del juego decisivo de la Copa América.

En las esquinas del centro de Santiago, en el moderno Shopping de Costanera Center y hasta en los alrededores del estadio Nacional, crece insistentemente la aparición de "arbolitos", con entradas para todos los sectores, aunque como la demanda es tan grande, los precios se fueron a las nubes, y a los hinchas argentinos le han llegado a pedir desde mil hasta cinco mil dólares por un ticket para la finalísima del sábado.

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El precio oficial por una platea para el sábado es de 80.000 pesos chilenos, algo así como 120 dólares, pero en esta Copa América, la reventa está institucionalizada.

Actúan como verdaderas empresas, con empleados bilingües, para comercializar los tickets, que poseen de a cientos o a miles, para distribuir en las calles o directamente en los sitios de internet, hasta donde se puede pagar con tarjeta de crédito.

Los principales clientes en la reventa son los argentinos, que están dispuestos a romper el chanchito para tener un lugar en el estadio Nacional, y esta situación despertó el enojo de los locales, porque acá hay fastidio generalizado con la organización, debido a que cuestionan que "esta Copa América es para los ricos, y no para los verdaderos hinchas de fútbol, porque esos no pueden pagar locuras por las entradas". Y en medio de esta historia, están en los vivos de siempre, que se llenan los bolsillos.