En las últimas horas del sábado Presidencia comunicó que Juan José Aranguren y Francisco Cabrera dejaban de ser los representantes del ministerio de Energía en el primer caso y de Producción en el segundo. Energía pasó a manos de Javier Iguacel, quién ocupaba la Dirección de Vialidad de ese ministerio y también trabajó en YPF a finales de la década del 90´. Por otro lado, Producción está a cargo del economista Dante Sica, ex funcionario de Industria durante el gobierno de Duhalde ¿Que nos dejaron sus dos gestiones y qué cambios se esperan?
Federico Bernal, director del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo, es contundente: “La política energética no va a cambiar”. En este marco, aseguró que lo que pasó en el ministerio de Energía es que se fue un CEO- ministro y entró otro CEO-ministro representante del grupo Techint y persona de confianza del presidente Mauricio Macri.
Durante 2016 la producción de petróleo se desplomó y en 2017 se duplicó la caída pero Shell se ubicó como la principal importadora de petróleo de todas las refinadoras. Además el 62 por ciento del crudo importado por las refinadoras durante el primer cuatrimestre de 2018 provino de Nigeria y el principal productor de petróleo del país africano es Shell.
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En cuanto a la comercialización de naftas y gasoil al mercado interno, YPF fue la que más cuota de mercado perdió entre 2015 y 2017, mientras que Shell fue la única empresa que creció. “La participación porcentual perdida por la estatal es igual a la ganada por la angloholandesa”, aseguró el especialista en materia energética.
De esta manera, Bernal consideró que Aranguren no fue un ministro, fue un CEO y desde ese enfoque su gestión fue brillante. Sin embargo, "se lo designó como ministro y los ministros no están para representar los intereses de empresas, sino de la ciudadanía", dijo y añadió: “Hay que comenzar una investigación profunda y seria”.
Por otro lado, en diálogo con este medio, Marina Dossi, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Instituto de Altos Estudios Sociales (Idaes), indicó que la gestión de Cabrera no se la puede dejar de enmarcar en el contexto de una política macroeconómica más amplia. En este sentido, aseguró que con la llegada de Sica se podría esperar que tenga una visión más industrialista y más anclada en fomentar la generación de dólares, pero no se pueden esperar grandes transformaciones en la línea de la política que se está ejecutando. “No esperaría demasiados cambios porque además vamos a estar más condicionados en vista a la política de ajuste que se va a ir implementando”, aseguró.
Respecto al trabajo de Cabrera en Producción, consideró que tuvo algunos aciertos como el incentivo a determinados sectores; la implementación de líneas de créditos y el impulso de la Ley Pymes. Sin embargo, debido al estancamiento del consumo interno; la visión aperturista en un contexto mundial bastante más proteccionista y falta de soluciones concretas en los diálogos con la Unión Industrial Argentina (UIA), no se observó un desempeño positivo para el sector.
Por eso Dossi remarcó que la salida de Cabrera tiene que ver con un desgaste por el cuestionamiento de los sectores empresarios. “Ya no estaba convirtiéndose en un interlocutor válido”, añadió.
Por último destacó que llegada de Sica “no es una llegada totalmente nueva” dado que ya formaba parte del Gobierno como integrante del consejo de asesores del Ministerio pero sí pareciera ser un gesto del Ejecutivo para virar hacia una mirada más política que técnica. “Tuvo antecedentes en la gestión pública durante la presidencia de Duhalde en el 2002 y es reconocido en el ámbito empresario como una persona tendiente a tener una mirada favorable al desarrollo industrial”.
Pese a esto agregó que puede haber cierta tensión entre la actividad profesional de Sica y la función pública que va a desarrollar dado que, a través de su consultora, asesora a distintas empresas y muchas de esas son de origen brasileño, vinculadas a la industria automotriz y es director externo de Peugeot Citroen.