Tres expertos de la Comisión Investigadora y Ad Honorem creada para investigar lo ocurrido con el submarino ARA San Juan determinaron que la agonía duró dos horas, tiempo en que se desató el primer incendio y la última implosión que terminó con el hundimiento de la nave y el fallecimiento de los 44 tripulantes.
De acuerdo a una nota publicada por el diario La Nación, en la noche previa al 15 de noviembre -última comunicación del submarino- había una tormenta que azotaba el ARA San Juan y complicó que tras el incendio saliera a superficie para controlar el incidente, sacar el humo y el hidrógeno.
El informe -que se basó en testimonios, casos anteriores y bibliografía internacional- determinó que cuando pudieron controlar el incendio de forma parcial decidieron ir a inmersión con intención de navegar hacia Mar del Plata y seguir trabajando en las reparaciones.
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La explosión que se detectó, en realidad fue una implosión y el abollamiento del casco por la presión del agua.
El estudio deslinda de responsabilidades por la tragedia a la reparación de media vida del submarino y descartaron problemas de mantenimiento. La implosión había sido determinada por la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés).
Los integrantes de la comisión que hicieron el informe fueron el contraalmirantes Adolfo Trama y Alejandro Kenny y el capitán de navío Jorge Bergallo, quien además es el padre de Jorge Ignacio Bergallo.