El esquema de control de precios del Gobierno empieza a mostrar fisuras y desde el sector productivo advierten por faltantes de productos esenciales.
La compra masiva por parte del Estado, la ampliación de la brecha cambiaria y las importaciones de materias primas redujeron el stock disponible, lo cual provocó una escalada en los precios.
Según un relevamiento de El Destape, los proveedores resumen la situación de forma drástica: "El piso nos tocó el techo". Los productores denuncian que el precio de los insumos aumentaron exponencialmente, al tiempo que se redujo dramáticamente y la rentabilidad.
"La zanahoria aumentó 200%, papa 50%, el garbanzo y la arveja 60%, los productos relacionados a la chapa va al ritmo del dólar y sube sin importar si el oficial está a 67", describió un productor.
El crecimiento del dólar blue -que alcanzó los $ 120- y del contado con liqui empiezan a marcar referencias en el mercado mientras se alejan de la cotización formal.
En este contexto, el aumento de costos empieza a derivar en faltante de productos e insumos. En el sector alimenticio se habla de la ausencia de lentejas, garbanzos y porotos, por ejemplo. Aducen a la compra masiva por parte del Estado para abastecer a los sectores más vulnerables en el marco de la cuarentena cómo un factor de presión, ya que el remanente de stock que queda es sujeto a una fuerte remarcación por la escasez de la oferta.
A este dato hay que agregarle que en las últimas semanas, Italia, Rusia y China comenzaron a comprar alimentos. Ante esta situación, los productores agropecuarios especulan con la venta a precios de importación en dólares.
"Vamos a tener que aumentar precios y todas las empresas iguales están en la misma. El control de precios es una olla a presión y vienen dos meses complicados en lo que es abastecimiento para supermercado", anticiparon este medio.
La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) emitieron un comunicado dirigido a los proveedores de la industria alimenticia en el que enuncian: "CAS y FASA están enviando una nota a sus proveedores donde les hacen saber que sus asociados no aceptarán aumentos de precios de sus productos, o cambios de las condiciones de venta que les signifiquen mayores costos".
"La responsabilidad de cumplir con lo establecido por las autoridades nacionales debe ser compartida por todos los integrantes de la cadena de abastecimiento", dice el comunicado de CAS y FASA y señala que la posición de los supermercados "es muy compleja" porque son el principal punto de control, tanto por parte de las autoridades como por parte de los clientes, "a pesar de no ser los formadores de los precios".