El presidente electo Alberto Fernández volvió a repudiar la "ley del arrepentido", la que calificó como "interesante si se busca perseguir opositores" y "una de las peores armas de persecución", y comparó como operó esta herramienta en Argentina, Ecuador y Brasil.
"Es una ley inductora de la mentira, porque si alguien que está acusado se le dice que si acusas a otro bajas la pena que tenés, es una gran tentación. Y eso es lo que pasó en Ecuador con Correa, en Brasil con Lula (Da Silva), y en Argentina con Cristina (Kirchner), donde un tipo que tenía 9 millones en el baúl del auto tuvo el tupé de decir que era plata de Cristina. Gracias a Dios la Justicia no lo aceptó, porque era vergonzoso", sentenció Fernández, en diálogo con El Destape Radio.
Y analizó: "Es muy riesgoso. La persona que lo acusó a Lula bajó su pena significativamente y sirvió para fundar una historia tremebunda que solo se funda en un arrepentido, que está condenado".
"La verdad no me parece que es un buen método. Es un método interesante si se quiere perseguir opositores y usar las peores armas para perseguirlos", afirmó, y aclaró que su opinión nace desde su "lugar de profesor de derecho penal, porque se como funciona el proceso penal y por eso reaccioné frente a esta ley".
El repudio del exjefe de Gabinete nace de una "fake news" difundida por Clarín, en la que dijeron que el Gobierno había acordado con Fernández "cambiar la jurisdicción de los testigos protegidos y de los arrepentidos". Sin embargo, el presidente electo lo desmintió y expuso: "Nunca nadie habló semejante cosa conmigo".
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