La relación entre Alberto Fernández y el Papa Francisco comenzó con el pie derecho. Con gesto distendido y caras sonrientes, el jefe de la Iglesia Católica y el presidente de Argentina se vieron por primera vez en el Vaticano, en un encuentro que duró más de 40 minutos. "Sean mensajeros de la paz", fue el pedido de Jorge Bergoglio, a quien se lo vio más cómodo que cuando recibió la visita de Macri, hace ya cuatro años.
En aquella oportunidad, la visita de Macri a Francisco duró apenas 22 minutos y las imágenes fueron elocuentes: caras largas de ambos lados, una señal de la relación distante que hubo entre ambos mandatarios y que incluyó varias campañas de trolls en su contra, al acusarlo de ser una suerte de "operador político" del peronismo. Francisco, en sus discursos públicos, siempre fue un crítico de la economía liberal de mercado que tanto gustaba a Macri.
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El jefe de Estado estuvo acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez; el canciller, Felipe Solá; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; entre otros.
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