Aparecieron imágenes que comprometen aún más al grupo de diez rugbiers imputados por el asesinato de Fernándo Báez Sosa en Villa Gesell. En este caso, se los puede ver celebrar y abrazarse a pocos metros de donde quedó el cuerpo del joven, en la puerta del boliche Le Brique.
A unos cincuenta metros del lugar del brutal ataque, ocho rugbiers aparecen en un video abrazándose y reagrupándose para irse de esa zona con total tranquilidad, como si nada hubiera ocurrido. Ésto podría complicar su situación procesal, ya que se incluyó la figura de "homicidio por placer".
El abogado de la familia de Báez Sosa, Fernando Burlando, dijo en TN que para "ponerle un marco" a lo visto y sucedido "conviene solicitar pericias psiquiátricas y psicológicas" sobre los acusados.
Burlando aseguró que dos de los imputados, Alejo Milanesi y Juan Pedro Guarino, estuvieron en el lugar de los hechos porque tienen "elementos probatorios que certifican su presencia y participación en la masacre de Fernando", pese a que el primero no fue reconocido en las ruedas con los testigos.
Dentro de los elementos, citó la "infinita cantidad de testigos que posicionan a la totalidad de los participantes en este crimen, o sea los 10 detenidos, en diferentes roles". Calificó ésto como una "prueba de tal contundencia que apabulla" y estimó que los imputados decidieron no hablar por ello, además del respaldo de los videos que sostienen la hipótesis de la defensa.
El letrado sostuvo que la defensa busca "respetar absolutamente todo lo que quieren los imputados" y que "estén al tanto de todas las diligencias" para llegar al debate oral. Adelantó que aún resta prueba pendiente, "de fundamental importancia", pero que sin ella ya hay certeza sobre su culpabilidad. Esa evidencia es la del cotejo de ADN sacado de las uñas de los protagonistas para saber "a quién le correspondía, si es sangre propia o la de Fernando".