“Si yo hablo se caen las cuatro causas emblemáticas contra el kirchnerismo más las causas que tiene la presidenta”, dijo el espía ilegal Marcelo D’Alessio este sábado en su primer diálogo con un medio desde que está detenido, hace 11 meses, por ser parte de una asociación ilícita dedicada a realizar tareas de inteligencia ilegal. Pero nada señaló en ese sentido cuando se presentó a prestar testimonio en la justicia federal de Dolores con el objetivo de ser aceptado como arrepentido. De hecho, el magistrado Alejo Ramos Padilla no lo aceptó como imputado colaborador. ¿Por qué, entonces, D’Alessio esperó más de 300 días para romper el silencio y asegurar que tiene mucho para decir? ¿Cuál es su estrategia? ¿Qué se esconde detrás de sus primeras declaraciones mediáticas?
D’Alessio habló este sábado por Radio 10, en el programa Secreto de Sumario, donde fue entrevistado por los periodistas Darío Villarruel y Romina Calderaro. Su testimonio se dio luego de que Ramos Padilla lo rechazara como arrepentido, el 30 de diciembre pasado (el fiscal Juan Pablo Curi, por el contrario, consideró que había elementos para firmar un acuerdo de colaboración. Avanzó en ese sentido el 11 de diciembre pero el magistrado no lo homologó). Ahora, D’Alessio, a través de su abogado Claudio Fogar, apeló esta decisión ante la Cámara Federal de Mar del Plata. En ese marco, asegura que tiene mucho para decir. Pero lo cierto es que aún no lo dijo en sede judicial.
El juez de Dolores había sido muy claro cuando decidió no homologar el acuerdo que D’Alessio rubricó con Curi, un fiscal que se manifestó a lo largo de la causa en sintonía con los intereses de quienes pretenden llevar el caso a los tribunales de Comodoro Py y llegó a rechazar como arrepentido, apenas se iniciaba la investigación, al exAFI y colaborador de D’Alessio, Rolando Barreiro. Ramos Padilla resaltó que D’Alessio se arrepintió en 4 hechos de los 30 por los que fue procesado y que lo que aportó ya había sido probado por la Justicia. Es más, desde el juzgado se remarcó que tomó esta decisión casi un año después de que se iniciara la pesquisa; y que hay que poner especial atención en esta situación porque, según surge del expediente, D’Alessio y su banda no solo introdujeron prueba ilegal en distintos casos sino que prepararon los testimonios de varios imputados para intentar ser tenidos como arrepentidos en causas diversas. Un ejemplo es el de Patricia Fernández, quien pretendió ser tomada por imputada colaboradora en la causa conocida como Mafia de los Contenedores. La declaración que prestaría Fernández se encontró (con una fecha de elaboración previa a la de su concreción, es decir, el borraodr) en la computadora de D’Alessio. Esos archivos “contenían transcripciones directas de los informes de inteligencia que éste y la organización habían producido”.
¿Qué había dicho Ramos Padilla sobre la declaración de D’Alessio como arrepentido? Que “los datos que aporta no resultan significativos, ni permiten inferir un avance sustancial de la investigación, ni en orden a aquellos casos, ni respecto de las decenas operaciones de
inteligencia y espionaje ilegal en los que se encuentra directamente involucrado Marcelo D´Alessio y también muchos otros imputados y victimas que ya han sido convocados o se presentaron voluntariamente al proceso”. En el mismo escrito criticó al fiscal por haber llegado a un acuerdo con el espía. Consideró que su postura fue “irrazonable” y “reñida con los criterios legales aplicables al caso”.
En este contexto, lo que está en discusión, de fondo, es la polémica figura del arrepentido: cuál es el valor judicial que tiene lo que dice un imputado colaborador. Y sobre todo en un expediente donde hay un importante cúmulo de prueba “no contaminada” (material directo extraído de la computadora y el celular de D’Alessio, por ejemplo); además de decenas de testimonios.
En su resolución del 30 de diciembre, Ramos Padilla dijo sobre la declaración de D’Alessio como imputado colaborador: “(Se) impone una extrema cautela al considerar el valor probatorio de los meros dichos de un imputado arrepentido, que ya cuenta con varios procesamientos ratificados en distintas instancias, que ha utilizado la ley 27.304 ya en diversas ocasiones para introducir información falsa, inexacta o producida mediante actividades de espionaje, y que además se encuentra en una situación cautelar de encierro, y por lo tanto de vulnerabilidad”.
Para Ramos Padilla la figura del imputado colaborador (cuyo alcance se amplió durante el macrismo) es un instrumento al que recurre el sistema para “enmendar las falencias en la investigación de los delitos, cuando aquellas herramientas con las que se cuentan son insuficientes para que la investigación arroje resultados que permitan dilucidar los hechos”. En todo caso, se aplica en casos excepcionales.
Algunas de las partes en este proceso esperan que esta cuestión de fondo se aborde en la resolución de la Cámara de Mar del Plata sobre la apelación de D’Alessio.
D’Alessio en la radio
“Esperé casi 340 días para romper el silencio”, comenzó D’Alessio su diálogo con Villarruel y Calderaro, este sábado.
Dijo que fue manipulado por servicios de inteligencia, en referencia a Ricardo Bogoliuk, un expolicía y exAFI detenido por integrar la misma asociación ilícita que D’Alessio. Lo señaló como quien le ordenó avanzar con el caso Etchebest.
Cuando fue consultado si conocía a los exministros de Seguridad y Justicia de la Nación, Patricia Bullrich y Germán Garavano, respondió que “no”. Pero como nunca se sabe cuándo D’Alessio dice la verdad y cuándo miente, unos minutos más tarde aseguró que Bullrich “no es una amiga” pero que tuvo trato con ella. Afirmó que la exfuncionaria le pidió “hacer una exposición sobre narcotráfico”. Lo hizo al menos en dos ocasiones.“Me llamó su secretaria. Me debía conocer de vista. Yo la conozco de cuando se entregó a Marcelo Mallo”, comentó. Y dijo que es él, “el de la foto con Bullrich” que se desprendió de aquel operativo. Hablaba por teléfono con Bullrich, afirmó luego.
En otro pasaje de la entrevista aseguró: “Yo me recibí de abogado en el exterior. Y tengo muchísimas horas de vuelo en Oriente”. Dijo ser especialista en terrorismo y narcotráfico. Lo cierto es que en su indagatoria cuando se lo consultó por su ocupación o profesión dijo “consultor” y nunca mencionó nada al respecto de su supuesto título en exterior ni su rol en Oriente ni Medio Oriente.
Sobre su relación con el fiscal Carlos Stornelli dijo que lo conoció el 5 de noviembre de 2018 por pedido de Santoro cuando fue a prestar una testimonial. Es su famosa declaración en la causa de Gas Natural Licuado, que se dio luego de que el expediente tambaleara en tribunales por tener un peritaje trucho. “Me mandaron crudo”, indicó, dando a entender que fue sin saber de la materia.
Una semana más tarde volvería a declarar en la misma causa, que fue por la cual luego el juez Claudio Bonadío y Stornelli se quedaron con el caso de las fotocopias de los cuadernos.
Hubo un tercer encuentro con el fiscal con asiento en Comodo Py, según relató: “Stornelli me llamó para que lo vaya a ver”. Allí, dijo D’Alessio, “me pidió que manipule al abogado para que lo haga declarar a Fariña contra Ubeira”. Ratificó, tal como consta en el expediente, que Stornelli le pidió que le haga una cámara oculta a Ubeira.
D’Alessio está probado que participó en 30 casos. Él reconoció 4 hechos como arrepentido. Uno es el de la mentada causa de GNL, en la que dijo “haber cometido falso testimonio”: “La causa de GNL es todo un delirio”, opinó en la entrevista radial. “Porque hay que saber muchísimo de hidrocarburos para poder entender esa causa”.
Los otros tres casos donde buscó ser tenido por imputado colaborado fueron los de Pedro Etchebest; Victoria Munin y Christian Castañon. En sede judicial dijo que al primero le pidió dinero (algo que está fotografiado y grabado); que a Munin la hostigó “en relación a su expareja Talevi , en el marco de la causa ruta del dinero a pedido de Stornelli”. En el caso de la ex de la pareja del fiscal Stornelli sostuvo en la Justicia que le informó sobre Castañón por un pedido que le hiciera el titular de la Fiscalía Federal Nº 4 y que esa información se la proveyó Bogoliuk. Remarcó que los datos seguramente provinieron de la AFI.
Según se desprende de la resolución del 30 de diciembre de Ramos Padilla, D’Alessio desconocía los verdaderos alcances de la ley 27.304, es decir, en palabras del juez, “no comprendía acabadamente las implicancias y consecuencias jurídicas del acuerdo en los términos de la mencionada ley, o le asignaba consecuencias distintas a las que ésta establece”. Entre otras cosas, el magistrado remarcó “la creencia (de D’Alessio) de que de algún modo es posible canjear información a cambio de su libertad”.
En la entrevista, D’Alessio contó que pasa penurias en el penal. Dejó en claro que quiere salir de la cárcel y que pretende estar con prisión domiciliaria.
Sobre el final del reportaje dijo “que tiene mucho para aportar. Si yo hablo se caen las 4 causas emblemática contra el kirchnerismo más las causas que tiene la presidenta”. “¿Cuales son esas causas?”, le preguntaron los entrevistadores. “No quiero entorpecer la investigación”, se escudó. Aunque cuando se le repreguntó dijo que una de las causas que podrían caerse es la de las fotocopias de los cuadernos. Pero no ahondó. Y lo cierto es que como arrepentido no apuntó nada en ese sentido. Al menos, por ahora. Porque puede pedir ampliar su declaración como imputado colaborador.
Cuando le señalaron en la entrevista que para el juez de Dolores lo que había dicho no fue suficiente para ser tomado como arrepentido, el espía ilegal resaltó que el fiscal Curi consideró que sí aportó material para ser tenido como tal. Por eso apeló ante la Cámara Federal de Mar del Plata, que deberá ver si revisa lo resuelto por el juez Dolores.
Ramos Padilla fue contundente en su resolución del 30 de diciembre: “Según los términos de la ley, el acuerdo traído a homologación no aporta ningún dato vinculado a delitos en ejecución, ni revela la identidad ni brinda el paradero de coimputados u otros partícipes de las maniobras. La gran mayoría de los pretensos aportes de información que efectúa Marcelo D´Alessio ya fueron constatados y valorados en los numerosos autos de mérito dictados en este proceso”. Incluso, para el magistrado, hasta podría haber mentido en algunos pasajes. Para llegar a esa conclusión, el juez contrastó a los largo de 75 páginas el testimonio de D’Alessio en los 4 casos en los que se arrepintió con el material probatorio que consta en la causa.
Ahora, la palabra la tendrá la instancia revisora.