El gabinete de Mauricio Macri prepara una quita de subsidios integral que tendrá un gran impacto en el bolsillo de los usuarios de servicios, principalmente para los de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Se prepara una tarifa social, pero sería solo para algunos hogares.
La intención del equipo de Cambiemos es que los subsidios a partir de ahora sean para los individuos y no para las empresas, a diferencia de lo que pasa en la actualidad. Además, consideran que se podría ahorrar mucho en estas transferencias si se dejan de asistir a los hogares más pudientes.
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No piensan lo mismo en el Gobierno actual. De hecho, dicen que los hogares más ricos se llevan solo una parte menor del presupuesto total. "Preferimos correr el riesgo de darle al que no necesita, antes de no darle al que sí lo precisa", dijeron desde Economía a El Destape. "El impacto más fuerte será cuando le suban fuerte las tarifas a las fábricas", agregaron.
Las alternativas para sacar los subsidios son tres: por ingreso, por consumo (algo parecido hizo en 2014 el ministro de Economía, Axel Kicillof), o por barrios, como se practicó durante la breve "sintonía fina" de fines de 2011.
Hace algunas semanas, el futuro director del Banco Nación, Carlos Melconian, sostuvo que para eliminar los subsidios en electricidad se deben aumentar un 250% de piso la factura domiciliaria promedio y que en el caso de los "consumos pequeños subsidiados deberían subir 500%", es decir, de $50 a $300; y en el caso del "comercio y la industria deberían aumentar 400%", según el economista del PRO.
Pero, si se suma la devaluación que se espera para el verano (o unificación del tipo de cambio), esa cuenta podría multiplicar la suba de tarifas hasta por nueve, según estiman varios privados.
En esos casos, se contempla incluir tarifas sociales para los hogares con más problemas, que Mauricio Macri calculó en más de dos millones.
En el caso del transporte, el nuevo ministro del sector, Guillermo Dietrich, dijo que no se tocarían los subsidios, pero un paper que circula dentro de la Fundación Pensar sostiene que, de haber un ajuste en ese ámbito, lo grueso estaría en la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires, y es allí donde se quitarían las tarifas más bajas, al menos en un primer momento.
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