(Actualiza con condena de Amnistía Internacional)
Autoridades rusas amenazan con enterrar al opositor Alexey Navalny en el terreno de la colonia penitenciaria del Ártico donde murió la semana pasada, aseguraron hoy sus allegados.
Más de una veintena de personalidades del mundo de la cultura de Rusia, críticos con el Kremlin, llamaron a las autoridades a que entreguen el cuerpo a sus familiares, que lo reclaman desde que se anunció su muerte el sábado pasado.
MÁS INFO
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Hace una hora, un investigador llamó a la madre de Alexey y le dio un ultimátum: o bien acepta un entierro en secreto, sin exequias públicas, o bien Alexey será enterrado en la colonia" penitenciaria, dijo en la red social X (ex Twitter) Kira Yarmish, que oficiaba de portavoz de Navalny.
Yarmish afirmó que Liudmila Navalnaya, madre del fallecido, seguía pidiendo a las autoridades que le entreguen los restos de su hijo, que autoricen un funeral público y denunció "chantajes" para forzarla a que sea enterrado "en secreto", según detalló la agencia de noticias AFP.
Yarmish indicó que la madre del opositor "exige el cumplimiento de la ley, que obliga a los investigadores a entregar el cuerpo en un plazo de dos días a partir del momento en que se determine la causa de la muerte".
"Según los documentos médicos que firmó, estos dos días vencen mañana. Ella insiste en que las autoridades permitan que el funeral y el servicio conmemorativo se celebren según las costumbres", señaló, según reprodujo la agencia de noticias Europa Press.
El entorno de Navalny acusa a las autoridades rusas de "matar" al opositor en la cárcel y de intentar impedir una ceremonia pública para evitar cualquier manifestación de apoyo.
Navalny, abogado y bloguero, se consolidó a lo largo de 12 años como el detractor número uno del presidente Vladimir Putin.
Acosado por las autoridades e ignorado por los medios de comunicación oficiales, construyó una notoriedad en Internet y en las redes, gracias a la difusión de investigaciones en video virales que denunciaban la corrupción del poder ruso.
En enero de 2021 fue detenido al regresar a su país tras recuperarse en Alemania, donde fue hospitalizado tras ser víctima de un envenenamiento en Rusia que atribuyó a Putin, algo que el Kremlin negó.
El Servicio Penitenciario Federal ruso anunció el sábado pasado que el líder opositor murió tras "encontrarse mal durante un paseo" en la colonia penitenciaria del Ártico en la que cumplía una condena de 19 años de prisión.
El viernes, su equipo pidió a la Policía, al Ejército y a los servicios de seguridad que les proporcionen cualquier información sobre el "asesinato" de Navalny.
A cambio, "prometemos una recompensa de 20.000 euros y la organización de su salida del país, si así lo desea", indicó.
"No importa su estatus o si comparte las opiniones políticas de Alexey Navalny. Hay principios humanos fundamentales: no pueden abusar de una madre y chantajearla con el cuerpo de su hijo asesinado", escribió su equipo en Telegram.
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) condenó hoy las presiones de las autoridades rusas contra Liudmila Navalnaya.
"Este es un intento flagrante de las autoridades rusas de causar más sufrimiento a una madre ya afligida al negarle la oportunidad de enterrar a su hijo con dignidad y de acuerdo con sus propios deseos con respecto a un funeral público o privado", señaló la secretaria general de AI, Agnès Callamard, en un comunicado.
El texto destacó que el motivo principal de estas amenazas es intentar ocultar "lo que le han hecho al cuerpo".
"La muerte de Alexey Navalny fue causada por las autoridades rusas. Tarde o temprano sabremos la verdad", manifestó Callamard, que exigió a las autoridades rusas la entrega inmediata del cadáver y una "investigación independiente sobre la causa de la muerte".
Con información de Télam