La Unión Europea (UE) logró hoy destrabar el bloqueo de Hungría para acordar una ayuda financiera a Ucrania valorada en 50.000 millones de euros para hacer frente a la guerra contra Rusia, en momentos en que sigue frenado en el Congreso de Estados Unidos otro paquete de asistencia a Kiev.
La buena nueva para Ucrania se conoció en medio de una gran crisis que sufre el bloque europeo a partir de gigantescas protestas que agricultores vienen implementando en varios países, luego de que los franceses hicieran punta en su reclamo por los altos costos y la burocracia que afectan la actividad.
De hecho, la cumbre que otorgó la ayuda multimillonaria a Ucrania estuvo rodeada de caravanas con cientos de agricultores a bordo de tractores que llegaron a la sede de la UE en Bruselas para hacer escuchar su ira.
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"Es muy importante que la decisión haya sido tomada por los 27 líderes, lo que demuestra una vez más la sólida unidad de la UE", celebró rápidamente el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, cuando se avecina el segundo aniversario de la invasión rusa, el 24 de este mes.
"Esto asegura una financiación firme, predecible y a largo plazo para Ucrania. La UE está asumiendo el liderazgo y responsabilidad en el apoyo a Ucrania; sabemos lo que está en juego", publicó en la red X el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en referencia al paquete de ayuda.
"Es un buen día para Europa", abundó la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien agregó que la ayuda financiera envía un "mensaje muy fuerte" al presidente ruso, Vladimir Putin, reseñó la agencia de noticias AFP.
El enorme paquete de ayuda está constituido por 33.000 millones de euros en préstamos de largo plazo, y unos 17.000 millones de euros en garantías inmediatas y transferencias no reembolsables, durante un plazo de cuatro años, hasta 2027.
Además, contempla la edición anual de un informe de la Comisión Europea sobre la utilización de los fondos, y la posibilidad de que al cabo de unos años, los dirigentes europeos, de forma unánime, demanden una revisión de la ayuda.
Los mandatarios de los 27 países de la UE tenían como punto principal de la agenda de hoy en Bruselas la tarea de vencer el bloqueo húngaro a la ayuda a Ucrania.
Una reunión entre Michel y Von der Leyen con el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, allanó el camino a un acuerdo antes del inicio formal de la cita.
Un diplomático dijo que Orban percibió que "la gente estaba cada vez más irritada, y que había una línea que no debía cruzar". Otro diplomático europeo mencionó que el premier "no quería quedar arrinconado".
Orban usó su veto al paquete de ayuda a Ucrania para obtener a cambio el desembolso de los fondos europeos que le corresponden a su país, y que la UE bloqueó por dudas sobre la vigencia del Estado de Derecho en Hungría.
En diciembre, el político ultranacionalista había logrado bloquear un acuerdo unánime sobre el paquete de ayuda.
Poco antes de esa reunión de líderes, la UE desbloqueó 10.000 millones de euros para Hungría, pero eso no bastó para que el dirigente húngaro apoyase el enorme paquete de ayuda. La Comisión aún mantiene bloqueados otros 20.000 millones de euros de fondos que corresponden a Hungría.
En su cuenta en Facebook, Orban aseguró hoy que el dinero que la UE le debe a su país y que mantiene congelado no será enviado a Ucrania.
"Temíamos que los fondos debidos a los húngaros y actualmente congelados por la Comisión Europea terminen en Ucrania", dijo, al destacar que recibió "garantías" de que eso no ocurrirá.
Esta ayuda de la UE, ocurre en momentos en que la Cámara de Representantes (Cámara baja) de Estados Unidos, de mayoría republicana, bloquea el envío de un paquete de asistencia a Kiev de unos 60.000 millones de dólares.
La fuerza opositora, sobre todo el ala más conservadora, exige al presidente demócrata, Joe Biden, una política migratoria más dura como condición para aprobar la ayuda a Zelenski.
Estados Unidos quedó señalado por el Kremlin en los últimos días al denunciar que el avión ruso que presuntamente transportaba 65 prisioneros de guerra ucranianos fue "derribado" la semana pasada por un misil de fabricación estadounidense Patriot.
Esta hipótesis, pronunciada ayer por Putin, fue ratificada hoy por un Comité de investigación en Moscú.
Ucrania no confirmó ni desmintió el derribo, pero algunos responsables pusieron en duda que el avión trasportara prisioneros de guerra ucranianos.
En cuanto a las acciones bélicas, Kiev anticipó hoy que "multiplicará" algunos ataques a infraestructuras rusas, como los concretados en los últimos meses a instalaciones petroleras y gasísticas.
El jefe del servicio ucraniano de inteligencia (GUR), Kirilo Budanov, amenazó hoy con "multiplicar" esas acciones y pidió la entrega de aviones de ataque A-10 norteamericanos.
"El número de ataques contra infraestructuras rusas se multiplicará, probablemente (...) Pienso que ese plan podría incluir todas las principales infraestructuras críticas y militares de Rusia", escribió Budanov en su cuenta de la red social Telegram.
En los últimos meses, Kiev golpeó instalaciones petroleras y gasísticas rusas, tras una serie de ataques de Moscú a infraestructuras energéticas ucranianas.
En ese sentido, Ucrania afirmó que anoche "destruyó" un navío militar ruso en Crimea, península anexada por Moscú en 2014.
Rusia no hizo comentarios oficiales al respecto, pero un canal de Telegram cercano al ejército ruso se refirió a un barco "dañado".
Esta madrugada el GUR atacó con un dron una refinería en San Petersburgo, a 1.000 kilómetros de la frontera ucraniana.
"La población civil rusa ve al fin la realidad de la guerra. Ve depósitos petroleros ardiendo, fábricas destruidas (...) todo eso es útil", disparó Budanov, y agregó que la entrega de cazas estadounidenses A-10 ayudaría a Ucrania a "infligirle una derrota militar" a Rusia.
Con información de Télam