La Unión Europea celebró hoy la puesta en marcha del acuerdo entre Serbia y Kosovo para el reconocimiento mutuo de las matrículas de automóviles a partir del 1 de enero de este año, en un respiro a una crisis que el año pasado estuvo cerca de degenerar en un conflicto abierto.
La norma kosovar por la que los serbios que viven en Kosovo tendrán que empezar a usar en sus coches las matrículas oficiales del territorio fue el catalizador de un desbordamiento de la tensión histórica entre Belgrado y Pristina con bloqueos de carreteras y enfrentamientos violentos, que escalaron hasta el punto de que Serbia amagó con desplegar a su Ejército en territorio kosovar.
A esto se sumó una tangencial crisis electoral que desembocó en la ausencia de representantes serbokosovares en el norte de la autoproclamada república en protesta contra lo que describieron como una "persecución" de las autoridades de Kosovo, lo que incrementó la crispación.
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Ahora, en su comunicado de celebración, el máximo responsable diplomático de la UE, Josep Borrell, "acoge con satisfacción las decisiones de Kosovo y Serbia de reconocer formalmente las matrículas de los vehículos de cada uno", en una decisión que supone "un paso positivo en la implementación del Acuerdo sobre el Camino hacia la Normalización", la hoja de ruta trazada para normalizar relaciones. "Esto también constituye un paso en la dirección correcta hacia una mejor integración regional y europea de los Balcanes Occidentales, que en última instancia beneficia a los ciudadanos de la región", concluye la nota.
Con información de Télam