Washington sancionó el miércoles a la principal editora de la cadena de medios de comunicación estatal rusa RT y a otras nueve personas por lo que consideró esfuerzos para interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo que la editora en jefe de RT, Margarita Simónovna Simonián, y otras personas afiliadas a la red reclutaron de forma encubierta a personalidades de las redes sociales para influir en la opinión pública estadounidense y difundir mensajes a favor del Kremlin.
El FBI solicitó por separado una autorización judicial para incautar 32 dominios de Internet que, según el gobierno estadounidense, estaban implicados en actividades de "influencia extranjera maligna", incluidos intentos de socavar el apoyo público a la ayuda estadounidense a Ucrania en medio de su guerra contra Rusia.
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La noticia se conoce poco antes de que el Fiscal General Merrick Garland intervenga en una reunión del Grupo de Trabajo sobre Amenazas Electorales del Departamento de Justicia.
Un legislador ruso calificó las acusaciones denunciadas de "pura basura" y dijo que Moscú no cree que importe si el republicano Donald Trump o la demócrata Kamala Harris ganan las elecciones del 5 de noviembre.
"El único ganador de las elecciones estadounidenses es el complejo militar industrial privado de Estados Unidos", dijo a Reuters la diputada de la Duma Estatal María Bútina.
La embajada rusa en Washington no respondió inmediatamente a las peticiones de comentarios. Moscú ha dicho en repetidas ocasiones que no ha interferido en las elecciones estadounidenses.
RT respondió con burlas. "Hay tres cosas seguras en la vida: la muerte, los impuestos y la interferencia de RT en las elecciones estadounidenses", dijo el medio de comunicación a Reuters.
El Departamento de Justicia ha advertido previamente que Rusia sigue siendo una amenaza para las elecciones presidenciales. Funcionarios estadounidenses han dicho que Rusia no ha cambiado sus preferencias respecto a anteriores elecciones presidenciales estadounidenses, lo que indica que Moscú favorece a Trump.
Las evaluaciones de inteligencia de Estados Unidos encontraron que Moscú intentó ayudar a Trump en 2016, cuando derrotó a la demócrata Hillary Clinton, y en 2020, cuando perdió ante el demócrata Joe Biden. Moscú ha negado las acusaciones.
El Gobierno estadounidense también ha acusado a Irán de intentar influir en las próximas elecciones mediante operaciones cibernéticas contra las campañas de Trump y Harris. La campaña de Trump ha dicho que Irán estuvo detrás de la filtración de documentos internos de la campaña a medios de comunicación estadounidenses.
Las agencias de inteligencia estadounidenses han estimado que China no planea intervenir en la carrera presidencial para favorecer a un candidato. Sin embargo, Reuters informó el martes que una operación en las redes sociales vinculada a Pekín está suplantando a votantes estadounidenses, denigrando a políticos estadounidenses e impulsando mensajes divisivos antes de las elecciones.
Con información de Reuters