El bombardeo, que mató a un periodista de la agencia de noticias Reuters e hirió a otros seis el 13 de octubre en el sur de Líbano, se produjo en una “zona de combates activa”, anunció hoy el Ejército israelí, luego de que ayer investigaciones de los medios de comunicación y organizaciones humanitarias responsabilizaran a Israel por el ataque.
El lugar donde se encontraban los periodistas era “una zona de combates activa, donde se producen cruces de disparos, y estar en esa área es peligroso”, declaró un vocero del Ejército israelí.
“El incidente está siendo examinado”, agregó el portavoz, según replicó la agencia de noticias AFP.
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Las declaraciones del Ejército se producen un día después de que AFP y Reuters publicaran investigaciones que apuntan a que los tiros fueron ejecutados de un tanque israelí, en base a hallazgos respaldados por investigaciones separadas realizadas por Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional.
Dos ataques en rápida sucesión golpearon al grupo de periodistas el 13 de octubre mientras trabajaban cerca de la aldea fronteriza de Alma al Shaab, donde el Ejército israelí y grupos armados libaneses y palestinos intercambian disparos casi diarios en el marco de tensiones por los ataques del movimiento islamista Hamas en Israel.
Issam Abdallah, de 37 años y periodista de Reuters, murió instantáneamente, mientras que dos de Reuters, dos de la cadena qatarí Al Jazeera y dos de la AFP más una fotógrafa de la misma agencia, todos identificados con casco y chaleco antibalas con la palabra "prensa", resultaron heridos.
Según el Ejército israelí, el 13 de octubre, el movimiento chiita libanés Hezbollah, aliado de Hamas, “lanzó un ataque contra varias posiciones en territorio israelí a lo largo de la frontera libanesa” y respondieron al intento de infiltración con ataques de artillería.
La investigación de AFP se basa en evidencias reunidas a partir de testigos, del análisis de videos registrados antes y durante el ataque, imágenes satelitales y un fragmento de munición hallado en el lugar analizado por expertos.
Según los expertos, la naturaleza de los disparos de un proyectil de tanque de 120 mm estabilizado por aletas de fabricación israelí y la ausencia de actividad militar en las inmediaciones del lugar, junto con los recursos de vigilancia aérea israelíes, indican que se trató de un ataque deliberado y dirigido.
“Es absolutamente fundamental tener respuestas de Israel”, declaró el director de información de AFP, Phil Chetwynd, quien solicitó a autoridades israelíes efectuar una investigación en profundidad para determinar exactamente qué sucedió.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, manifestó que era “importante y apropiado” dar inicio a “una investigación completa y minuciosa”.
Al menos 94 periodistas fueron asesinados este año en distintas partes del mundo, según un informe publicado hoy por la Federación Internacional de Periodistas, que contempla la especial incidencia de la guerra abierta en la Franja de Gaza, considerado el conflicto armado más mortífero en décadas para los profesionales de la información.
A los combates entre Israel y Hamas se le atribuyen 68 víctimas mortales, lo que representa el 72% de las muertes a nivel mundial, con una media de más de una muerte por día.
De ellos, 61 muertes corresponden a incidentes en la Franja de Gaza, además de cuatro periodistas israelíes asesinados en el 7 de octubre y otros tres alcanzados por bombardeos israelíes en la zona sur de Líbano.
"La comunidad internacional, y en particular la Corte Penal Internacional, deben asumir sus responsabilidades e investigar a fondo, promoviendo procesamientos en los casos en que sea apropiado contra quienes han ordenado y perpetrado ataques sobre los periodistas”, exigió la Federación.
El 7 de octubre, Hamas irrumpió por sorpresa territorio israelí, en un ataque sorpresa que dejó más de 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 240 secuestrados, entre ellas una veintena de argentinos.
En respuesta, Israel prometió eliminarlo y desató una campaña de ataques aéreos y terrestres en Gaza que, según el gobierno del enclave, dejó más de 17.100 muertos, el 70% mujeres, niños y jóvenes menores de 18 años.
Con información de Télam
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