La Autoridad Palestina llamó hoy a la comunidad internacional a que suministre combustible a la Franja de Gaza para que puedan mantener en funcionamiento las estructuras más importantes, sobre todo las sanitarias, después de que Israel ordenara esta semana el asedio al enclave, contra el que lanzó una serie de bombardeos, tras el ataque del movimiento islamista Hamas a su territorio.
En concreto, el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina pidió el envío urgente de al menos un millón de litros de combustible para mantener la provisión de agua potable y 1,7 millones para los hospitales, que están al borde del colapso.
"La agresión israelí ha paralizado el servicio total o parcialmente, como en el Hospital de Beit Hanun", indicó en un comunicado, en el que apuntó que el suministro de medicamentos, material sanitario y los bancos de sangre se acabarán "en unos días".
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En la Franja de Gaza, un estrecho y empobrecido territorio bajo estricto embargo israelí desde 2007, cuando Hamas tomó el control, su población se está quedando sin agua, electricidad ni comida, tras el asedio ordenado por Israel esta semana.
Según la agencia humanitaria de la ONU, OCHA, algunos habitantes empiezan a beber agua del mar, salada y contaminada por las aguas residuales.
La falta de agua incrementa el riesgo de enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea o la disentería. "Estas enfermedades, que se pueden extender fácilmente, ponen en riesgo las vidas y la salud de los miles de palestinos que viven en Gaza", agregó el ministerio palestinos, según consignó la agencia Europa Press.
El ministro de Energía israelí, Israel Katz, aseguró en la víspera que "no habrá electricidad o agua" en la Franja hasta que los rehenes capturados por Hamas tras su ofensiva del sábado sean puestos en libertad.
El pedido de los palestinos se dio mientras Israel ordenó hoy la evacuación hacia el sur de "todos los civiles" del norte de la Franja de Gaza, que serían alrededor de un millón de personas, en medio de los bombardeos al enclave, una medida condenada por la ONU y rechazada por Hamas.
El Ejército israelí dio en principio un plazo de 24 horas, aunque admitió luego que esta evacuación "llevaría tiempo".
La ONU advirtió a su vez que una evacuación de este tipo es "imposible sin provocar consecuencias devastadoras".
Con información de Télam