El Partido Laborista británico enfrenta acusaciones de antisemitismo entre sus candidatos y concejales que ya dejaron en el camino a dos aspirantes a cargos electivos, lo que intensificó la presión sobre el líder de la formación, Keir Starmer, para que tome medidas.
La controversia se desató tras las revelaciones sobre comentarios antisemitas realizados por Azhar Ali, excandidato para las elecciones parlamentarias parciales de Rochdale, Manchester, y la consiguiente suspensión de Graham Jones, aspirante en la misma categoría por Hyndburn en Lancashire.
Ali fue suspendido por el partido luego de que se lo acusó de repetir teorías conspirativas sobre el ataque de Israel a Gaza y quejarse de la influencia de "determinadas juderías" en los medios de comunicación durante una reunión en Hyndburn.
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Jones, por su parte, fue suspendido por referirse de manera despectiva a Israel y cuestionar la participación de ciudadanos británicos en las Fuerzas de Defensa de Israel en la ofensiva contra los islamistas palestinos de Hamas.
El Partido Laborista advirtió a sus activistas que enfrentarán "medidas disciplinarias" si continúan apoyando a Ali.
El Movimiento Laborista Judío (JLM), por su parte pidió la suspensión de otros concejales o candidatos que asistieron a la reunión por no condenar los comentarios de Ali.
Entre los presentes se encontraba Munsif Dad, concejal de Hyndburn y líder del grupo laborista, aunque no está claro si impugnó los comentarios en el momento.
John Healey, ministro de Defensa en la sombra, comentó a la cadena de televisión Sky News que "no sabe por qué estaba en la reunión", refiriéndose a Dad.
"Este no es un partido de gente santa. Cuando la gente hace cosas que pueden estar mal, dice cosas que pueden ser inaceptables, lo importante es cómo responde el partido", declaró.
Healey también declaró en la BBC Radio 4 que "Seguirán las pruebas contundentes que se nos presenten o que salgan a la luz. Cualquiera en esa reunión, si hay evidencia de que la gente actuó o habló de una manera que no cumple con los estándares o es incompatible con los valores de nuestro Partido Laborista, debe informarlo y se lo tomará en serio e investigará".
Mike Katz, presidente de JLM, sugirió que la mera asistencia a la reunión podría justificar la suspensión, enfatizando la responsabilidad de los miembros del partido de promover la cohesión comunitaria.
"Estar en esa reunión, haber escuchado esa retórica, haber sido un espectador, ya sean concejales, parlamentarios, están allí para promover la cohesión de la comunidad", afirmó Katz.
La situación llevó a una reflexión dentro del partido sobre los procedimientos de selección y supervisión de sus candidatos.
Healey destacó al diario Daily Mail la rápida acción de Starmer al retirar el apoyo a Ali.
"Actuó muy rápidamente para hacer algo que ningún líder laborista o de partido había hecho antes", comentó Healey, reconociendo la necesidad de una "tremenda tarea para reconstruir la confianza" y asegurar que el partido esté libre de antisemitismo.
Lord Mann, exdiputado laborista que asesora al Gobierno sobre antisemitismo, sugirió a Sky News que los líderes políticos necesitan "entrenar" a los candidatos parlamentarios sobre cómo se manifiesta el antisemitismo en el Reino Unido.
"Mi consejo para el Partido Laborista, lo que creo que deberían hacer de inmediato, es capacitar a todos sus candidatos sobre el antisemitismo y explicar con más detalle qué es y cómo se manifiestan las teorías de la conspiración.
Durante el liderazgo de Jeremy Corbyn en el partido (2015-2019) el laborismo se enfrentó a críticas generalizadas y a investigaciones sobre cómo se manejaron las acusaciones de antisemitismo dentro de la organización.
La controversia alcanzó su punto máximo cuando la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos del Reino Unido (EHRC) lanzó una investigación formal para determinar si el partido había discriminado, hostigado o victimizado a personas por ser judías.
En octubre de 2020, la EHRC publicó un informe que encontró evidencia de "fallas graves" en el manejo del Partido Laborista de las acusaciones de antisemitismo y concluyó que el partido era responsable de actos ilegales de hostigamiento y discriminación.
Tras la publicación del texto de la EHRC, Corbyn fue suspendido del Partido Laborista por su respuesta al informe, en la que afirmó que el problema del antisemitismo dentro del partido había sido exagerado por razones políticas.
Con información de Télam