La Universidad de Harvard no logró convencer a un juez estadounidense de que desestimara una demanda en la que estudiantes judíos acusaban a la institución de la Ivy League de permitir que su campus se convirtiera en un bastión del antisemitismo.
Sin pronunciarse sobre el fondo de la cuestión, el juez de distrito Richard Stearns dijo que los demandantes alegaban de forma plausible que la respuesta de Harvard a los incidentes ocurridos en el campus era inadecuada, y que "los hechos alegados demuestran que Harvard falló a sus estudiantes judíos".
Stearns se mostró también "dudoso" de que Harvard pudiera escudarse en el argumento de que algunas de las actividades impugnadas en el campus estaban protegidas por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
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Los estudiantes presentaron una demanda en enero, acusando a Harvard de aplicar selectivamente sus políticas antidiscriminatorias para evitar proteger a los estudiantes judíos del acoso, de ignorar sus peticiones de protección y de contratar a profesores que apoyaban la violencia antisemita y difundían propaganda antisemita.
Harvard y sus abogados no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios. Los abogados de los estudiantes no respondieron inmediatamente a solicitudes similares.
Stearns consideró suficientes las alegaciones de que Harvard actuó con indiferencia deliberada hacia su población judía.
(Reportaje de Jonathan Stempel en Nueva York; Editado en español por Juana Casas)
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