Los turistas del centro histórico de Barcelona disfrutaban de los últimos días de las estufas de gas en las terrazas antes de que se prohíba su uso en 2025 por sus emisiones de carbono.
La prohibición entrará en vigor el 1 de enero y es la culminación de una batalla de años entre el ayuntamiento y los restauradores, quienes temen una pérdida de negocio por los clientes que evitan las zonas de estar al aire libre durante el invierno.
La medida se introdujo por primera vez en 2018, pero el ayuntamiento permitió una retirada gradual, para dar tiempo al sector hostelero a adaptarse.
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Los calefactores eléctricos con una capacidad no superior a 150 W/m2 seguirán estando permitidos entre el 1 de noviembre y el 30 de abril, dijo el ayuntamiento en un comunicado el 17 de diciembre.
Las zonas al aire libre con calefacción ya están prohibidas en Francia, donde los grupos de conservación de la energía calculan que su uso en una terraza de 75 m2 durante los meses de invierno emite tanto CO2 como un automóvil dando tres vueltas al globo.
Un intento de Madrid de prohibir los calefactores en zonas al aire libre se frustró el año pasado, después de que un tribunal local dictaminara que el ayuntamiento no había aportado pruebas de que contribuyeran al calentamiento global.
Con información de Reuters
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