El presidente Donald Trump reafirmó el lunes su sugerencia de que Estados Unidos debería hacerse cargo de Groenlandia, mientras los líderes del territorio semiautónomo danés criticaban un viaje previsto allí esta semana por una delegación estadounidense de alto perfil.
"Creo que Groenlandia va a ser algo que tal vez esté en nuestro futuro", dijo Trump a periodistas tras una reunión con funcionarios de su gabinete, afirmando que era importante para la seguridad nacional de Estados Unidos.
El primer ministro saliente de Groenlandia, Mute Egede, calificó de "provocación" los planes de la delegación estadounidense de visitar una base militar estadounidense y asistir a una carrera de trineos tirados por perros, y dijo que su gobierno provisional no se reuniría con el grupo.
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Trump afirmó que su gobierno estaba trabajando con "gente en Groenlandia" que quiere que ocurra algo, pero no dio más detalles. "Nos están llamando", dijo. "Nosotros no los estamos llamando a ellos".
La visita estadounidense, que se prolongará de jueves a sábado, estará encabezada por Usha Vance, esposa del vicepresidente JD Vance, e incluirá al asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, y al secretario de Energía, Chris Wright.
Trump ha hecho de la anexión estadounidense de Groenlandia uno de los principales temas de conversación desde que su hijo mayor, Donald Trump Jr, realizó una visita privada a la vasta isla, rica en minerales, en enero.
"Tal interferencia es una violación de nuestros principios democráticos y muestra una falta de respeto por nuestra autodeterminación", dijo Egede a la emisora local KNR, añadiendo que los aliados de Groenlandia debían ser más contundentes en sus declaraciones.
"Todavía no hemos visto a ninguno de nuestros aliados hacer una declaración clara. Y necesitamos a nuestros amigos entre las naciones. Por eso deben pronunciarse con más claridad, no hay otro modo. Las declaraciones vagas deben terminar", afirmó.
Naalakkersuisut, el gobierno groenlandés, se encuentra ahora en una fase interina tras las elecciones parlamentarias del 11 de marzo, ganadas por los Demócratas, un partido proempresarial que favorece un lento acercamiento a la independencia de Dinamarca.
Jens-Frederik Nielsen, líder de los Demócratas, hizo un llamamiento a la unidad política y criticó el momento elegido para la visita de Estados Unidos durante las conversaciones de coalición, con las elecciones municipales previstas para la próxima semana.
"No debemos vernos forzados a entrar en un juego de poder del que nosotros mismos no hemos elegido formar parte", declaró Nielsen el lunes.
Del mismo modo, el ministro danés de Asuntos Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, dijo el lunes que la visita era "problemática" y mostraba "una falta de respeto".
"No son turistas al azar. Y se percibe que es una señal. Es una ofensiva para atraer a Groenlandia hacia Estados Unidos", comentó Lokke Rasmussen a la radiotelevisión pública DR. "No hay apetito para esto ni en Groenlandia ni en el Reino (de Dinamarca) y, por tanto, no es un buen momento".
Brian Hughes, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que la visita tenía como objetivo "construir sobre asociaciones que respeten la autodeterminación de Groenlandia y avanzar en la cooperación económica".
"Se trata de una visita para conocer Groenlandia, su cultura, su historia y su gente, y para asistir a una carrera de trineos tirados por perros que Estados Unidos se enorgullece de patrocinar, simple y llanamente", dijo Hughes.
GRAN SEGURIDAD
Dos aviones de transporte militar Hércules de Estados Unidos llegaron a Nuuk, la capital de Groenlandia, a última hora del domingo, con personal de seguridad y vehículos blindados, según el medio de comunicación groenlandés Sermitsiaq.
Unos 60 policías daneses también llegaron a Nuuk el domingo, informó la emisora estatal KNR.
Waltz y Wright tienen previsto visitar la base espacial de Pituffik, la base militar estadounidense situada en la ruta más corta entre Europa y Norteamérica, vital para su sistema de alerta de misiles balísticos. Después se unirán a Vance para visitar lugares históricos y asistir a la carrera nacional de trineos tirados por perros.
En un video publicado por el consulado de Estados Unidos en Groenlandia, Vance dijo que su visita pretendía "celebrar la larga historia de respeto mutuo y cooperación entre nuestras naciones".
Trump, que planteó por primera vez la idea de comprar Groenlandia en 2019, ha renovado sus llamamientos para que Estados Unidos se haga con la isla desde su regreso a la Casa Blanca en enero, y no ha descartado el uso de la fuerza para lograr este objetivo.
Los gobiernos tanto de Groenlandia, rica en materias primas -incluidos minerales fundamentales para el avance de las nuevas tecnologías-, como de Dinamarca han manifestado su oposición a cualquier toma de posesión por parte de Estados Unidos.
La Primera Ministra danesa, Mette Frederiksen, afirmó en un comentario escrito en reacción a la noticia de la visita de la delegación estadounidense que "es algo que nos tomamos en serio".
Agregó que Dinamarca quería cooperar con Estados Unidos, aliado de la OTAN, pero sobre la base de "las normas fundamentales de soberanía", y añadió que tanto Copenhague como el futuro gobierno de Groenlandia participarían en cualquier conversación con Estados Unidos sobre la isla.
(Reportaje de Andrea Shalal, Steve Holland y Jacob Gronholt-Pedersen; información adicional de Stine Jacobsen y Gwladys Fouche; edición de Gareth Jones, Sharon Singleton, Mark Heinrich y Alistair Bell)