El presidente Joe Biden aterrizó el lunes en Angola para una visita centrada en un proyecto ferroviario respaldado por Estados Unidos y en el legado de la esclavitud, pero su decisión de indultar a su hijo Hunter amenazaba con eclipsar la agenda oficial.
El viaje cumple la promesa de visitar el África subsahariana durante su presidencia y pretende impulsar el proyecto del Corredor Lobito, que une la República Democrática del Congo y Zambia, ricas en recursos, con el puerto angoleño de Lobito, en el océano Atlántico.
Están en juego vastos suministros de minerales como cobre y cobalto, que se encuentran en el Congo y son un componente clave de baterías y otros aparatos electrónicos. China es el principal actor en el Congo, que cada vez preocupa más a Washington.
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China firmó en septiembre un acuerdo con Tanzania y Zambia para reactivar una línea ferroviaria rival hacia la costa oriental africana.
"Va a crear increíbles oportunidades económicas aquí en el continente", dijo el portavoz de seguridad nacional de Biden, John Kirby, al hablar del Corredor Lobito durante una sesión informativa con periodistas en el Air Force One durante el vuelo a Luanda.
Sin embargo, los periodistas en el vuelo tenían más preguntas sobre el indulto de Hunter Biden que sobre la inversión en África. La portavoz del presidente, Karine Jean-Pierre, respondió en su mayoría repitiendo la declaración de Joe Biden sobre el tema.
El presidente, cuyo mandato finaliza en enero, voló fuera de Washington poco después de indultar a su hijo, que se había declarado culpable de infracciones fiscales y había sido condenado por cargos relacionados con armas de fuego.
El propio Biden no respondió a las preguntas de los periodistas sobre el indulto durante una breve parada para repostar en la pequeña nación insular de Cabo Verde, frente a la costa de África Occidental, a primera hora del lunes.
Durante su visita de dos días a Angola, Biden tiene previsto reunirse con el presidente Joao Lourenco y con el líder de Zambia, el presidente Hakainde Hichilema, y visitar el museo nacional de la esclavitud y diversas instalaciones en Lobito.
"No hay Guerra Fría en el continente. No estamos pidiendo a los países que elijan entre nosotros y Rusia y China", dijo Kirby.
"Simplemente buscamos oportunidades de inversión fiables, sostenibles y verificables en las que el pueblo de Angola y el pueblo del continente puedan confiar, porque demasiados países han confiado en oportunidades de inversión irregulares y ahora están atormentados por la deuda", afirmó.
Con información de Reuters