Elecciones europeas: La desinformación rusa desborda a la UE

03 de junio, 2024 | 04.25

El equipo de desinformación de la Unión Europea desmintió el mes pasado un vídeo en ruso publicado en YouTube en el que se afirmaba que unos ciudadanos huían de la dictadura en Polonia, país miembro de la UE, y buscaban refugio en Bielorrusia, estrecho aliado de Moscú.

El vídeo repetía un relato promovido una y otra vez por el Kremlin, según el cual Varsovia tiene intenciones militaristas agresivas y hay fallos democráticos en Polonia y en el resto de la UE.

También formaba parte de lo que, según Stratcom, es una campaña de desinformación rusa más amplia que Europa está luchando por contrarrestar antes de las elecciones al Parlamento Europeo del 6 al 9 de junio.

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Según las autoridades de la UE, el vídeo se ajustaba a un patrón: páginas web vinculadas a Rusia toman contenidos pro-Kremlin de medios controlados por el Estado o de cuentas de redes sociales pro-Kremlin, los reempaquetan, incluso con traducción, y los difunden a través de nuevos canales para llegar al público de la UE.

Rusia está ampliamente acusada de haber llevado a cabo campañas de desinformación dirigidas a las elecciones en Estados Unidos, Europa y Reino Unido durante la última década, aunque Moscú ha negado que utilice la desinformación para influir en la opinión pública.

Una evaluación de los servicios de inteligencia estadounidenses en 2023 concluyó que Moscú estaba utilizando espías, redes sociales y medios de comunicación estatales rusos para erosionar la fe pública en la integridad de las elecciones en todo el mundo.

Las capitales europeas han advertido de una oleada preelectoral de desinformación, pero su impacto es difícil de calibrar.

"Las operaciones de influencia de Rusia, China y otros actores, incluidos grupos nacionales, pueden perturbar las conversaciones por internet en torno a las elecciones europeas", afirma Jack Stubbs, director de Inteligencia de la empresa de análisis de redes sociales Graphika.

"Hemos visto pruebas que sugieren que incluso las personas que llevan a cabo las operaciones pueden tener dificultades para entender si están teniendo un impacto".

El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no respondió a una solicitud de comentarios. Moscú rechaza las acusaciones occidentales de que está difundiendo desinformación.

Stratcom, un equipo de 40 personas que funciona con un presupuesto de 15 millones de euros (16,3 millones de dólares), está en primera línea de la batalla de Bruselas contra la desinformación. Pero el bloque de los 27 carece de recursos suficientes, según dos altos cargos de la UE.

"No podemos organizar una ofensiva desde Bruselas", dijo Peter Stano, portavoz del servicio diplomático de la Comisión Europea, y añadió que esa acción debe llevarse a cabo a nivel de los Estados miembros.

La mayoría de los países de la UE, aunque no todos, libran su propia lucha contra la desinformación, pero los recursos varían y los expertos afirman que el esfuerzo europeo está desarticulado.

Esto ha dejado a los principales partidos vulnerables a las campañas de desinformación que amplifican los agravios que alimentan el descontento de los votantes y apuntalan el apoyo a los partidos nacionalistas en Francia, Alemania y otros países.

Según el segundo informe anual de la UE sobre desinformación, publicado este año, Polonia y Alemania fueron los países de la UE más atacados. Francia y Serbia, que no es miembro de la UE, también figuran entre los principales objetivos.

RESPUESTA FRAGMENTADA

Moscú, cuyas relaciones con los gobiernos occidentales se han hundido desde la invasión de Ucrania en 2022, afirma que Occidente está librando una guerra de información con afirmaciones falsas cuyo objetivo es destruir la reputación de Rusia y convertirla en un enemigo.

Las autoridades rusas, que han reprimido la disidencia bajo la presidencia de Vladimir Putin, afirman que Occidente se ha vuelto tan intolerante que se niega a aceptar cualquier punto de vista que contradiga el relato dominante.

El ministro francés de Asuntos Europeos, Jean-Noel Barrot, declaró al diario Ouest France en abril que su país estaba "machacado" por la desinformación rusa.

Los ataques contra Francia incluyen la creación de una página web falsa del gobierno francés en el que se afirmaba que 200.000 ciudadanos estaban siendo llamados a luchar en Ucrania y una alarma de chinches en París que fue amplificada por actividades respaldadas por el Kremlin y se hizo viral.

"No pasa una semana sin que Francia sea objeto de maniobras coordinadas y deliberadas para perturbar el debate público e interferir en la campaña para las elecciones europeas", declaró Barrot al periódico.

Tomasz Chlon, comisario de desinformación internacional del gobierno polaco, declaró a Reuters que bloquear páginas web era como apretar un globo, porque aparecen en otros sitios.

Los esfuerzos para luchar contra la desinformación varían en Europa.

Francia ha encargado a su organismo de vigilancia de la desinformación exterior Viginum —que cuenta con un equipo de 42 personas y sigue creciendo— que vigile las cuentas en redes sociales vinculadas a Rusia y descubra operaciones de influencia. España cuenta con un grupo de trabajo específico que utiliza equipos diseñados por Europol para coordinar su respuesta estatal.

Partidos de la oposición en Italia han elaborado un proyecto de ley para crear una unidad dedicada a identificar actos de desinformación. Eslovaquia, cuyo gobierno se enfrenta a acusaciones de favorecer a Rusia, ha destripado en su mayor parte una unidad que, según dijo, estaba formada por "empleados activistas" encargados de garantizar que "solo haya una opinión correcta".

"La respuesta global está muy fragmentada", afirmó Valentin Chatelet, investigador del Laboratorio Forense Digital del Atlantic Council.

En una señal de la intención de Europa de actuar con más contundencia, los países de la UE suspendieron el mes pasado a cuatro medios de comunicación rusos, entre ellos el sitio web checo Voice of Europe, por considerarlos redes de propaganda vinculadas al Kremlin.

El Kremlin dijo que en represalia habría repercusiones para los periodistas occidentales en Moscú.

La nueva Ley de Servicios Digitales de la UE exige a las grandes tecnológicas más medidas contra los contenidos ilícitos y nocivos. La IA generativa ha agilizado y facilitado la difusión de desinformación por parte de agentes extranjeros, según los funcionarios de la UE.

"Antes, con los 'trolls' y los 'bots', solía haber una persona detrás. Con la IA, todo se ha multiplicado", dijo Stano.

(1 dólar = 0,9195 euros)

Con información de Reuters