El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, viajará mañana a Israel para expresar su solidaridad tras los ataques de Hamas y contar que trabaja en un plan para hacer llegar ayuda humanitaria a los palestinos de la Franja de Gaza, que está sitiada y bajo bombardeos israelíes.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que volvió a Israel por segunda vez en una semana después de una gira por seis países árabes, dijo en Tel Aviv que Biden visitará mañana Israel. "El presidente reafirmará la solidaridad de Estados Unidos con Israel y nuestro férreo compromiso con su seguridad", declaró Blinken. El jefe de la diplomacia estadounidense agregó que Estados Unidos e Israel acordaron elaborar un plan para permitir que la ayuda humanitaria llegue a los civiles de Gaza. Blinken no dio detalles, pero dijo que el plan incluiría "la posibilidad de crear áreas para ayudar a mantener a los civiles fuera de peligro".
El presidente también viajará a Jordania para reunirse con el rey Abdullah II, el presidente palestino Mahmud Abbas y el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, en medio de temores de que los combates puedan expandirse hasta convertirse en un conflicto regional más amplio. Se espera que Biden se reúna en Israel con el primer ministro Benjamin Netanyahu, que ha prometido "aniquilar" a Hamas.
La región de Gaza está sin Internet ni redes móviles y casi sin combustible ni agua desde la semana pasada. En ese marco, los palestinos en ese enclave se agolpan en hospitales y escuelas en busca de refugio, mientras el Ejército israelí prepara una invasión terrestre para "destruir" a Hamas.
Mientras tanto, el Ejército israelí dijo que mató en las últimas horas a cuatro hombres armados que intentaban infiltrarse en Israel desde Líbano, en medio de una creciente violencia a lo largo de la frontera entre ambos países que genera temores a un conflicto regional cada vez más amplio. En Gaza, ataques aéreos israelíes mataron a decenas de personas en el sur del territorio, adónde han buscado refugio los civiles luego de que Israel los conminara a abandonar la zona norte de la región.
Más de 1 millón de palestinos han huido de sus hogares, y el 60% se encuentra ahora en un área de aproximadamente 14 kilómetros de largo al sur de la zona de evacuación, dijo la ONU. Trabajadores humanitarios advirtieron ayer que el territorio estaba al borde del colapso total, ya que los hospitales estaban a punto de quedarse sin electricidad, amenazando las vidas de miles de pacientes, y cientos de miles de personas buscaban pan y agua. El organismo de la ONU para la alimentación, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), dijo que en las tiendas y supermercados de Gaza queda comida solo para cuatro o cinco días más.
En el cruce de Rafah, la única conexión de Gaza con Egipto, camiones llenos de ayuda esperaban para entrar en el pequeño y densamente poblado territorio. Mediadores intentaban alcanzar un alto el fuego para abrir la frontera, que se cerró la semana pasada tras ataques aéreos israelíes.
Israel ha concentrado tropas en la frontera para una esperada ofensiva terrestre, pero el teniente coronel Richard Hecht, portavoz militar israelí, dijo que aún no se había tomado la decisión. "Estos planes se están desarrollando. Serán decididos y presentados a nuestros líderes políticos'', señaló.
Israel ha cerrado y bombardeado Gaza, que es gobernada por Hamas, desde el ataque lanzado por el grupo islamista contra el sur de Israel la semana pasada, que dejó más 1.400 muertos, en su mayoría civiles. Unas 200 personas fueron secuestradas y llevadas a Gaza. Al menos a 2.778 palestinos murieron y otras 9.700 resultaron heridas en Gaza desde el inicio de los bombardeos israelíes, dijo hoy el Ministerio de Salud. Casi dos tercios de los muertos eran niños, agregó el Ministerio.
Con información de Télam