El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró hoy que no tiene "ningún problema" con Armenia, a pesar de las tensiones generadas en los últimos días entre ambos países, en el momento en que las fuerzas armenias organizan ejercicios militares con Estados Unidos.
"No tenemos ningún problema con Armenia ni con el primer ministro Nikol Pashinian", declaró Putin al intervenir en el Foro Económico Oriental, en que se celebra hasta mañana en Vladivostok y en el que participan delegaciones de más de 50 países, entre ellos China, India, Kazajistán y Singapur.
El presidente ruso precisó que Pashinian le había enviado "una carta detallada", y aseguró que estaban "en contacto permanente" y que "no hay ningún problema con Armenia" en este sentido, informó la agencia de noticias Sputnik.
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Sin embargo, las autoridades armenias acusan a Rusia de no apoyarlos frente a Azerbaiyán en la disputada región de Nagorno Karabaj, especialmente debido a la falta de compromiso de las fuerzas de mantenimiento de la paz rusas, desplegadas desde 2020.
El enclave Nagorno Karabaj es foco de conflicto entre independentistas armenios respaldados por Armenia, y Azerbaiyán desde que ese territorio decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Desde 1991, tras la disolución de la Unión Soviética, el enclave es controlado por separatistas armenios que establecieron allí una "república" independiente que no cuenta con reconocimiento internacional.
Hasta ahora se libraron dos guerras por el control de este territorio, la segunda, ocurrida en 2020, terminó con un alto el fuego mediado por Rusia y la recuperación de los territorios tomados por Armenia tras su victoria en la llamada Primera Guerra de Nagorno Karabaj, en 1994, incluida la importante ciudad de Shusha (Shushi para los armenios).
Desde entonces, ambos países mantuvieron diversos contactos para intentar firmar un acuerdo de paz. Pero las conversaciones se vieron obstaculizadas, entre otros motivos, por la situación en torno del corredor de Lachín.
Actualmente, la zona cuenta con la presencia de militares rusos desplegados como fuerzas de paz en virtud del acuerdo de alto el fuego.
No obstante, Pashinian declaró que Rusia es "incapaz de mantener el control sobre el corredor de Lachín (eje terrestre bloqueado según Armenia por Azerbaiyán en dirección al Nagorno-Karabaj), o no tiene la voluntad".
El premier armenio calificó de "error estratégico" la dependencia de su país en materia de seguridad con respecto a Rusia.
Tras estas ofensivas, Armenia y Estados Unidos lanzaron ayer ejercicios militares conjuntos que se desarrollarán hasta el 20 de septiembre.
Este movimiento provocó el enojo de Rusia, que el viernes pasado convocó al embajador de Armenia denunciando "medidas inamistosas".
El jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, subrayó el domingo pasado que Rusia no veía "nada bueno en los intentos de un país agresivo miembro de la OTAN de penetrar en el Cáucaso", que Rusia ve como su territorio.
Sin embargo, Putin insistió hoy en que no veía "ningún cambio" en la posición de Armenia frente a Rusia
"Vemos y entendemos lo que está pasando", dijo el presidente, que agregó que Rusia propuso sus propias soluciones del conflicto armenio-azerbaiyano durante décadas.
También afirmó que Armenia y Azerbaiyán podían ahora llegar a un acuerdo de paz duradero, ya que las autoridades armenias habían reconocido la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj.
"No se trata solo de los resultados del último conflicto, sino también de que las autoridades de Armenia básicamente admitieron la soberanía de Azerbaiyán sobre Nagorno Karabaj", declaró Putin.
Según el mandatario, varios temas siguen pendientes, como los humanitarios y las cuestiones del mandato de las fuerzas de paz rusas.
"El mandato sigue en vigor, y las cuestiones humanitarias, sobre todo la prevención de cualquier 'limpieza étnica', por supuesto, no se han ido", subrayó.
En este contexto, el líder ruso expresó su confianza en que las autoridades de Azerbaiyán no están interesadas en una 'limpieza étnica', sino en que el proceso de la solución del conflicto "sea suave".
Con información de Télam