El presidente de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, Arayik Haratiunián, anunció hoy su renuncia ante "la necesidad de un cambio de enfoque" para frenar la guerra entre Armenia y Azerbaiyán, tras reunirse con políticos locales e internacionales.
Dijo que la medida fue tomada debido a la "inestable situación geopolítica actual en el mundo, los acontecimientos regionales y los acontecimientos previstos", así como los "fenómenos" que ocurren en Artsaj, capital de facto de la separatista República de Nagorno Karabaj.
Todo esto "sugiere directamente que es necesario cambiar enfoques y medidas, mostrar flexibilidad", expuso Haratiunián, antes de manifestar que "para lograr lo anterior, es necesario cambiar a los actores principales en Artsaj", incluido él.
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En este sentido, aclaró que presentará su dimisión mañana ante el pueblo y la Asamblea Nacional de Nagorno Karabaj.
"Tomé esta decisión final hace dos días, teniendo en cuenta mis interacciones con todos los actores internos y externos durante las últimas semanas", aseveró en un comunicado.
"Esta es una decisión tomada únicamente por mí en función de los resultados del análisis de los datos con los que cuento", explicó Haratiunián, quien confirmó que seguirá residiendo en la región junto a su familia.
Recordó que llegó al cargo en 2020 con la idea de "fortalecer la capacidad de defensa de Artsaj y garantizar la inviolabilidad de sus fronteras".
"Lamentablemente, apenas cuatro meses después, Azerbaiyán desató la guerra de 44 días que terminó con nuestra derrota. Por supuesto, se me puede echar toda la culpa de la derrota, y no rechazo la responsabilidad en absoluto, pero cada uno de nosotros tuvo su parte de responsabilidad según su estatus y habilidades", refirió.
El mandatario pidió disculpas públicamente al pueblo armenio por su "parte de responsabilidad" y reiteró que "tomó las medidas que estaban a su alcance" en aquel momento.
"Tras la guerra, la región estaba al borde de la destrucción, por lo que era urgente volver a garantizar la estabilidad y la fuerza interna", indicó Haratiunián, citado por la agencia de noticias Europa Press.
"Quizás esa fue la razón por la que Azerbaiyán está dispuesto a destruirnos a cualquier precio, a cometer genocidio en 2022. El bloqueo de Artsaj comenzó el 12 de diciembre de 2022 y, a partir del 15 de junio de 2023, también el asedio total. También sucedió porque, a pesar de las provocaciones y represiones diarias contra el pueblo de Artsaj, este continuó con su sagrada labor", recoge el texto.
Haratiunián sostuvo que el bloqueo azerí comenzó hace ya nueve meses y alertó que la población de la región está siendo sometida a un "genocidio abierto".
"Hemos tomado todas las medidas posibles dentro de nuestras capacidades para presentar la situación al mundo y recibir apoyo de la comunidad internacional", prosiguió.
Si bien admitió que cientos de entidades internacionales han hecho declaraciones y llamamientos al respecto, advirtió que "nada ha frenado el comportamiento agresivo de Azerbaiyán".
Luego del anuncio, Estados Unidos se declaró "muy preocupado por el empeoramiento de la crisis humanitaria" en Nagorno-Karabaj y pidió la reapertura del corredor Lachin, que une dicho territorio de Azerbaiyán con Armenia.
"Estamos profundamente preocupados por el deterioro de las condiciones humanitarias en Nagorno-Karabaj como resultado del bloqueo continuo de alimentos, medicinas y otros bienes esenciales para una existencia digna. Reiteramos nuestro llamado a reabrir inmediatamente el corredor de Lachin al tráfico humanitario, comercial y de pasajeros", dijo el portavoz de Estado, Matthew Miller.
"La asistencia humanitaria básica nunca debe ser rehén de desacuerdos políticos", sentenció Miller, mencionado por la agencia de noticias Sputnik.
El corredor, que sirve para el envío de suministros y ayuda humanitaria a Nagorno-Karabaj desde Armenia, fue bloqueado en 2022 por personas que Azerbaiyán rotuló de "activistas climáticos" que protestaban contra la supuesta minería armenia en la región.
El 11 de julio, Azerbaiyán suspendió el puesto de control de Lachin debido a una investigación que llevó a cabo sobre un presunto contrabando de mercancías disfrazadas de ayuda humanitaria.
Con información de Télam
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