Breivik, sentenciado por matar a 77 personas, acusa al Estado noruego de empujarlo "al suicidio"

09 de enero, 2024 | 15.51

El neonazi Anders Behring Breivik, que mató a 77 personas en 2011, acusó hoy al Estado noruego de querer empujarlo "al suicidio", objetando que su régimen de aislamiento en prisión lo lleva a sentir una "profunda soledad", a consumir antidepresivos y a varios intentos de suicidio.

"Tengo la impresión de que la intención del gobierno es intentar empujarme al suicidio", sostuvo Breivik, en el segundo día del nuevo juicio que presentó contra el Estado noruego, al que acusa de violar sus derechos humanos.

"Están a punto de lograrlo. No creo que lograré sobrevivir mucho más sin relaciones humanas", añadió el extremista de 44 años ante la corte que celebró la audiencia, por motivos de seguridad, en el gimnasio de la prisión de Ringerike, donde cumple su pena.

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Detenido solo en una zona de alta seguridad, Breivik considera que su aislamiento viola el artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prohíbe "tratos o penas inhumanos o degradantes".

El 22 de julio de 2011, el extremista detonó una bomba cerca de la sede del Gobierno en Oslo, matando a ocho personas, y luego mató a otras 69 personas, la mayoría adolescentes, abriendo fuego en un campamento de verano de las Juventudes Laboristas en la isla de Utoya.

Fue condenado en 2012 a la pena máxima entonces vigente en Noruega, es decir, 21 años de cárcel con posibilidad de prórroga, pero con una forma de retención de seguridad que puede ser ampliada de manera indefinida durante el tiempo que sea considerado como un riesgo para la sociedad, así como a un periodo mínimo de diez años de prisión, el máximo previsto para la ley en la época.

Durante su declaración, Breivik, que toma antidepresivos, estalló en llanto, consignó la agencia de noticias AFP.

"Entiendo que (...) la venganza es importante y que muchas personas me odian. Pero soy un ser humano y hay límites a lo que un ser humano puede soportar", declaró.

Afirmó que tomó distancia con sus crímenes, que explicó por su "vulnerabilidad" a la radicalización, y aseguró que piensa en el suicidio "todos los días".

Según información de la audiencia de hoy, Breivik intentó suicidarse en 2020 ahorcándose con una toalla, pero, según los representantes del Estado, advirtió a los guardias de la cárcel antes de hacerlo.

Citando informes de psiquiatras y guardias de prisión, el abogado del Estado noruego, Andreas Hjetland, estimó que "Breivik representa hoy el mismo peligro que el 21 de julio de 2011", la víspera del doble atentado que preparó cuidadosamente durante muchos años.

"Su ideología sigue siendo la misma, su capacidad para la violencia ilimitada es evidente y su personalidad (...) refuerza todos estos factores", sostuvo.

En 2016, Breivik ya había llevado al Estado ante los tribunales por los mismos motivos y tuvo éxito parcialmente en primera instancia, pero fracasó en apelación.

En esa oportunidad, se atrevió a compararse con Nelson Mandela, que en su lucha contra el apartheid en Sudáfrica pasó de la lucha armada al combate político.

Los ataques de 2011 inspiraron otros atentados, entre ellos el de Christchurch en Nueva Zelanda en 2019, y proyectos de atentados en el mundo.

Con información de Télam