Este 28 de diciembre se celebra el Día de los Santos Inocentes, una festividad en la que se realizan bromas en Argentina y en todo el mundo. Aunque muchas personas disfrutan de las bromas, pocos conocen el origen trágico de esta celebración.
El Día de los Inocentes tiene sus raíces en la historia bíblica que cuenta el nacimiento de Jesús. Según la historia, cuando los Reyes Magos informaron a Herodes sobre el nacimiento del supuesto Rey de los Judíos, él les pidió que regresaran con información detallada. Sin embargo, los sabios no cumplieron con su petición, lo que llevó a Herodes a ordenar la masacre de todos los niños menores de dos años el 28 de diciembre, con el objetivo de acabar con la vida de Jesús. Es por este motivo que la Iglesia Católica estableció este día como un recordatorio de esta tragedia.
Esta festividad se ha convertido en una oportunidad para hacer bromas y engañar a los "inocentes", como una referencia a la astucia de los Reyes Magos al no regresar con la información a Herodes. Cada año, después de que alguien haya sido víctima de una broma, es común escuchar la frase: "Inocente palomita que te dejaste engañar, pues en este Día de los Inocentes nada se debe de prestar".
El Día de los Santos Inocentes representa, de esta manera, una mezcla de conmemoración y tradición jocosa que se mantiene a lo largo del tiempo, preservando la memoria de aquellos que perdieron la vida en la época de Herodes.
Las mejores bromas para hacer en el Día de los Inocentes
Cambiar el azúcar por la sal
Cambiar el azúcar por la sal es una de las bromas más tradicionales del Día de los Inocentes. Lo que se puede hacer es agregarle sal a un tarro de azúcar o ponerle azúcar a un recipiente de sal para que la persona se lleve una sorpresa en algún desayuno, almuerzo, merienda o cena.
Cambiar la hora del reloj
Una efectiva broma para el Día de los Inocentes es cambiar la hora de los relojes de distintos dispositivos: el reloj de mano, el reloj de pared o incluso el celular de la persona en cuestión para tratar de despistarlo. Lo ideal es hacerle creer que es una hora en lugar de otra para que se demore en llegar a algún lugar o para que llegue antes.
La broma con el televisor
Hacerle creer a una persona que el televisor no funciona para que se moleste es otra buena variante. Tan sólo hay que pegarle un trozo de cinta adhesiva al láser del control remoto para bloquear temporalmente la señal. Por lo tanto, "la víctima" cambiará las pilas, tocará el televisor y tratará de arreglarlo de varias maneras sin saber qué hacer.
Pegar dinero en el suelo
Otro clásico de bromas es pegar con pegamento en el suelo alguna moneda o un billete para que la gente en la calle se agache a retirarlo. Al estar pegado, el chiste estará en ver la reacción cuando la persona sienta que no puede levantar el dinero.