INVAP: cuando la Ciencia es abandonada por el Estado

28 de julio, 2018 | 06.00

“Vos tenes que ir, escucharlos a todos y después de que todos hablen levantas la mano, pedis la palabra y decis: A mí me manda el Presidente, los radares no se van a comprar afuera, se van a comprar en el país, ya está acordada la compra con la empresa INVAP”, le dijo Néstor Kirchner en los primeros meses de asumir como presidente al entonces ministro de Educación, Daniel Filmus.

Diego Hurtado, doctor en Física por la Universidad de Buenos Aires y director del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia y la Técnica en la Universidad de San Martín, es quién recordó esta anécdota y señaló que Invap es la empresa de tecnología más importante que tenemos en el país. En la misma línea Esteban Moro, licenciado en Ciencias Políticas y especialista en la trayectoria de la compañía entre 1989 y 2017 indicó que es la empresa que exporta productos tecnológicos complejos y eso “en Argentina casi que no existe”.

Invap se dedica al diseño y construcción de sistemas tecnológicos complejos y a diferencia de muchas otras empresas locales, tiene una trayectoria de más de 40 años en el mercado nacional e internacional. Fue creada en los 70 y “logró sobrevivir los 90 pero llegó con lo mínimo”, indicó Hurtado. En este marco explicó que cuando comienza el gobierno de Néstor Kirchner se piensa si es posible relanzar el plan nuclear y finalmente la gran noticia es que se relanza y se pone como meta, entre otras cosas, terminar Atucha II. “A partir del relanzamiento empieza a ganar protagonismo la empresa Invap y vuelve a tomar envión”.

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Durante la última semana el presidente Mauricio Macri aseguró que confiaba en la capacidad de la empresa pero que “los contratos que tenía la Nación eran de la época de la magia y la plata no está”. En medio de los recortes sistemáticos al desarrollo de la ciencia y la tecnología, la alarma en la comunidad científica se acrecentó y a los pocos días de las declaraciones del primer mandatario, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, confirmó el envío de fondos adeudados y el cumplimiento de 15 contratos.

Sin embargo Hurtado consideró que “este Gobierno empezó a darle malas noticias a Invap desde el comienzo”. En este sentido recordó que desde que asumieron empiezan los recortes. “Si se hubiera continuado el proyecto de desarrollo de un dron hoy se podría estar comercializando; el ARSAT 3 es otros de los grandes ejemplos que debería haber sido puesto en órbita; tenían vínculos con la Armada que también se cortaron. Por esto la frase de Macri es equívoca, dado que desde el comienzo del gobierno le empezaron a recortar financiamiento”.

Siguiendo lo desarrollado por Mariana Mazzuccatto se puede observar que es el Estado el que tiene un rol relevante en el desarrollo tecnológico de cada país. La economista demostró que gran parte de los últimos inventos tecnológicos recientes como Internet, SIRI, Google Maps, entre otros, fueron producto de distintos tipos de inversión estatal. En este sentido, Moro explicó que “el Estado es el que tiene que invertir porque es, entre otras cosas, el que se lanzó en cuestiones más riesgosas con más posibilidad de fracaso, situación que no asumen los privados”.

Las afirmaciones de Peña muestran una marcha atrás discursiva del Gobierno, un posible análisis de la coyuntura y de que continuar con los recortes en el desarrollo de la ciencia y tecnología no es la mejor decisión política en medio de una caída sistemática de la imagen positiva de la gestión de la que forma parte.

Sin embargo, tal como señalaron desde Chequeado, desde que asumió Cambiemos los fondos ejecutados para Ciencia y Técnica, esto implica Ministerio de Ciencia y Tecnología,el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el de Tecnología Industrial (INTI) o a las universidades, cayeron entre un 18% y 10%. Como se mencionó anteriormente, si no es el Estado no es nadie. La media en los países de la OCDE en 2010 invirtió en investigación y desarrollo más del 2 por ciento, mientras que Argentina le dedicó un 0,6 por ciento. Disminuir ese porcentaje no parece ser una política que promueva el desarrollo económico del país sino todo lo contrario.