A un mes de asumir, Lula no logra disipar el malestar en las Fuerzas Armadas

La prensa brasileña anunció que la cúpula de las Fuerzas Armadas podría renunciar a la vez que las protestas de militares, aunque contenidas, siguen teniendo presencia en las calles. 

29 de noviembre, 2022 | 17.49

La cúpula de las Fuerzas Armadas de Brasil planea dejar su cargo antes de fin de año, según dieron a conocer los diarios Folha de Sao Paulo Estadão. Esa versión enrarece aún más la situación de inestabilidad política que se abrió con la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, el pasado 31 de octubre. Según reveló Folha este martes, Lula apura la designación de quien será el ministro de Defensa para frenar las maniobras destituyentes. 

La cúpula militar la forman Marco Antônio Freire Gomes, por el Ejército, Carlos de Almeida Baptista Junior, por la Fuerza Aérea, y Almir Garnier, por la Marina. Los tres, según la prensa brasileña, arreglaron la decisión con el presidente saliente Jair Bolsonaro. En ese contexto, el soldado de la Marina, Ronaldo Ribeiro Travassos, difundió días atrás un video que se hizo viral alentando actos antidemocráticos. Lo filmó mientras estaba frente al cuartel de las Fuerzas Armadas y en el que afirmó que Lula no asumirá su cargo el próximo 1 de enero. 

"Hola chicos, acá está lleno. Es 24 de noviembre, hora en la que está jugando Brasil, pero la gente no quiere saber nada, la gente está aquí luchando por Brasil. Estoy seguro de que el ladrón no sube la rampa. Ahora ustedes están ahí tranquilos en casa, pero cuando tu hijo se vuelva homosexual o de izquierda, no te quejes”, dijo Travassos en redes sociales. 

"El ladrón no sube la rampa", insistió Travassos, en referencia a la rampa de entrada al Palacio del Planalto, sede de gobierno. Travassos cerró su mensaje defendiendo el asesinato de votantes del Partido de los Trabajadores. Actualmente, los militares están adscritos a la Oficina de Seguridad Institucional de la Presidencia de la República (GSI), que encabeza el general Augusto Heleno, uno de los más fieles aliados de Bolsonaro. Al ser consultado por Folha sobre los dichos del soldado de la marina, la GSI dijo que no iba a hacer comentarios y afirmó que no está dentro de sus competencias "autorizar a los servidores públicos a participar en cualquier tipo de manifestación” y que “las declaraciones son responsabilidad del autor en actividad personal fuera del horario laboral”. 

El Vicepresidente de Brasil dijo que Bolsonaro estaba "medio triste"

El vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, contó este martes que Bolsonaro "estuvo medio triste" durante la ceremonia del sábado en la Academia Militar de Agulhas Negras (AMAN), en Río de Janeiro, el primer acto público del que participó después de su derrota en las elecciones del pasado 30 de octubre. "Le dije que había un grupo de personas que querían una foto con él y lo animé para que fuera a sacarse una foto con el pueblo", contó Mourao cuando le preguntaron sobre una de las imágenes de la actividad del sábado en la que se lo ve interactuando con un Bolsonaro que no le responde.

"Estaba medio triste", dijo en relación con esa falta de respuesta de un Bolsonaro que no está participando directamente en la transición de poder, como sí lo está haciendo Mourao, después de recibir hoy al vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, en el Palacio del Planalto.

El mandatario, sin pronunciar discurso, asistió el sábado a la graduación de cadetes, en la ciudad de Resende, Río de Janeiro, en el que fue el primer evento oficial público de Bolsonaro desde el balotaje, cuando perdió las elecciones contra el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Al ingresar por la base aérea de AMAN, el presidente evitó cruzarse con un grupo de seguidores suyos de ultraderecha que, desde que se conocieron los resultados electorales, acampaban en el lugar y golpean las puertas de los cuarteles para pedir un golpe de Estado. Las imágenes de un Mourao hablándole al presidente, que se mantuvo inexpresivo, no tardaron en circular.

Este martes el mandatario asistió al Palacio del Planalto por quinta vez desde el balotaje, y la prensa local destacó que a partir de su derrota permaneció la mayor parte del tiempo en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial.

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