El Gobierno ruso anunció hoy el arresto de un periodista estadounidense del diario The Wall Street Journal por espionaje, el primer corresponsal de Estados Unidos en ser puesto tras las rejas en Rusia por este motivo desde la Guerra Fría.
Evan Gershkovich fue detenido en la ciudad de Ekaterimburgo, en los Montes Urales, cuando intentaba obtener información clasificada, dijo el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso, en medio de tensiones entre Washington y Moscú por la guerra en Ucrania.
Horas después del anuncio, un tribunal de la capital rusa dictó prisión preventiva para el periodista, de 31 años, mientras se instruye la causa en su contra y se realizan las investigaciones.
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Estados Unidos calificó la detención de inaceptable y se declaró "profundamente preocupado" por Gershkovich, al tiempo que instó a ciudadanos estadounidenses que residan o estén viajando por Rusia a regresar de inmediato a su país.
El FSB alegó que Gershkovich "estaba actuando por orden de Estados Unidos para recopilar información sobre las actividades de una de las empresas del complejo industrial militar ruso que constituye un secreto de Estado".
The Wall Street Journal dijo que "niega con vehemencia las acusaciones" y que buscaba la liberación inmediata de Gershkovich.
"Nos solidarizamos con Evan y su familia", dijo el periódico, que apuntó estar "profundamente preocupado" por su seguridad.
El vocero del presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó en su rueda de prensa diaria que el periodista estadounidense fue detenido "con las manos en la masa".
"No se trata de una sospecha, se trata del hecho de que lo atraparon con las manos en la masa", dijo Dmitri Peskov.
En Washington, la vocera del presidente Joe Biden condenó la detención.
"Es inaceptable que el Gobierno ruso apunte deliberadamente contra ciudadanos estadounidenses. Condenamos la detención del señor Gershkovich en los términos más fuertes posibles", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró que el Gobierno de Biden estaba profundamente preocupado" por el periodista.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos dijo en un comunicado que el Departamento de Estado estaba en contacto con The Wall Street Journal.
"En los términos más enérgicos posibles, condenamos los continuos intentos del Kremlin de intimidar, reprimir y castigar a los periodistas y las voces de la sociedad civil, agregó.
En su comunicado, la vocera Jean Pierre pidió a los estadounidenses que vivan o estén viajando por Rusia retornar a Estados Unidos.
Legisladores del gobernante Partido Demócrata de Estados Unidos vincularon el arresto a la guerra en Ucrania y apuntaron contra Putin.
El representante demócrata Jared Moskowitz, de Florida, describió la detención como un "secuestro".
"Estamos en un territorio muy peligroso con él (con Putin). Todo esto se hace para ejercer presión, y ahora tenemos en juego una vida humana", dijo el legislador a la cadena CNN.
El representante demócrata Adam Schiff dijo que la detención mostraba que "Moscú va a usar todas las herramientas que tenga, incluyendo la toma de rehenes, para tratar de impedir que Estados Unidos y Occidente se opongan a sus ambiciones en Ucrania".
En Rusia, el FSB aseguró que Gershkovich trabajaba con una acreditación de prensa expedida por el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Sajarova, subrayó que "lo que hacía el colaborador de la publicación estadounidense Wall Street Journal en Ekaterimburgo no tenía ninguna relación con el periodismo".
Añadió que el reportero "no es el primer occidental famoso en ser atrapado con las manos en la masa" y que otros ya habían "utilizado el estatuto de 'corresponsal extranjero' para cubrir sus actividades".
Horas más tarde, un tribunal de Moscú ordenó que el periodista sea encarcelado hasta el 29 de mayo mientras se realizan las investigaciones.
"Por decisión del tribunal Lefortovo de Moscú del 30 de marzo de 2023 sobre Gershkovich E. (...), se optó por una medida preventiva de detención (...) hasta el 29 de mayo de 2023", señaló la corte en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
Su detención puede ser prolongada al final de este período.
Medios rusos y periodistas críticos con el Kremlin han sido objeto de persecuciones penales en Rusia.
Desde el lanzamiento de la ofensiva rusa en Ucrania, las autoridades han intensificado las presiones sobre los medios independientes.
La ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) se declaró "alarmada" por "lo que parece ser una medida de represalia". "¡Los periodistas no deben ser objeto de ataques!", afirmó.
Francia también reaccionó con "preocupación" y pidió a Moscú que respete la libertad de prensa.
El delito de espionaje es castigado en Rusia con penas de 10 a 20 años de prisión, según el artículo 276 del Código Penal ruso.
Antes de incorporarse al Wall Street Journal en 2022, Gershkovich, que habla ruso perfectamente, trabajó para AFP en Moscú y anteriormente para The Moscow Times, un sitio web de noticias en inglés.
Su familia emigró de Rusia a Estados Unidos cuando era un niño.
El arresto por espionaje de un periodista extranjero es algo sin precedentes en la historia reciente de Rusia.
Gershkovich es el primer reportero estadounidense arrestado por cargos de espionaje en Rusia desde septiembre de 1986, cuando Nicholas Daniloff, corresponsal en Moscú de la revista US News and World Report, fue detenido por la KGB, el antecesor del FSB.
Daniloff fue liberado sin cargos 20 días después en un intercambio por un empleado de la misión de las Naciones Unidas de la Unión Soviética que fue arrestado por el FBI.
Varios ciudadanos estadounidenses se encuentran actualmente en prisión en Rusia y tanto Washington como Moscú se han acusado mutuamente de llevar a cabo detenciones por motivos políticos.
Entre ellos figura Paul Whelan, un exmarine de 53 años detenido en 2018, que cumple una condena de 16 años de cárcel por espionaje.
En el último año se han producido varios intercambios de prisioneros de alto nivel entre ambos países.
En diciembre, Moscú liberó a la estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner, detenida por introducir aceite de cannabis en el país, a cambio del traficante de armas ruso Viktor Bout.
Sin embargo, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Riabkov, consultado hoy por el caso del periodista estadounidense, descartó cualquier intercambio rápido.
Ni siquiera consideraría este tema ahora porque las personas que fueron intercambiadas anteriormente ya habían cumplido sus sentencias, dijo Riabkov a medios rusos.
Paralelamente a las presiones sobre la prensa rusa, para los periodistas extranjeros se endurecieron las condiciones de expedición de las acreditaciones, de las que dependen los visados.
Los reporteros extranjeros también son seguidos a veces por los servicios de seguridad durante sus reportajes, especialmente fuera de Moscú.
En este contexto, muchos medios de comunicación occidentales redujeron considerablemente su presencia en Rusia desde la entrada de las fuerzas rusas en Ucrania, en febrero de 2022.
Con información de Télam