Otra crisis migratoria acecha a la UE y la enfrenta con Bielorrusia

09 de noviembre, 2021 | 11.37

Miles de migrantes de Medio Oriente y África que quieren radicarse en la Unión Europea (UE) acampaban hoy en Bielorrusia cerca de la frontera oriental de Polonia, un día después de que intentaran cruzar cortando alambrados y usando ramas para tratar de treparlos en un súbito agravamiento de una crisis, con fuertes condimentos políticos, en los límites orientales de la UE y de la OTAN.

El Gobierno polaco, la UE, países del bloque, la OTAN y Estados Unidos acusaron a Bielorrusia, con la cual mantienen una fuerte disputa, de orquestar una fallida invasión de ayer por parte de los migrantes y refugiados de guerra. Sin embargo, Bielorrusia dijo hoy que esto "no tiene fundamento" y achacó a Polonia "indiferencia y de actitud inhumana" por negarse a acogerlos.

La escalada abre otro preocupante frente para la UE en relación a la inmigración, luego que el bloque alcanzara cuestionados acuerdos en los últimos años con Turquía y Libia para que frenen las olas de migrantes y refugiados de guerra que intentan llegar a las costas de Europa cruzando el mar Mediterráneo.

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Hoy, la verificación independiente de lo que está sucediendo es virtualmente imposible ya que la prensa tiene muy limitada capacidad de maniobra en Bielorrusia y un estado de emergencia y una militarización decretados por Polonia en septiembre en la frontera impide a periodistas y otras personas acercarse a la zona.

El Ministerio del Interior polaco dijo anoche que fuerzas de seguridad repelieron el intento de ayer de miles de pasar la frontera, y el Ministerio de Defensa difundió luego un video en el que se veía a los migrantes aprestándose a dormir junto a la frontera, en decenas de carpas.

Hoy, nuevos videos, pero publicados por la Policía polaca en Twitter, mostraron a los migrantes acampados en las tiendas entre hogueras para poder soportar temperaturas cercanas a 0 grados, mientras de fondo se oye una advertencia de la Policía de que los cruces solo están autorizados por los pasos fronterizos oficiales y se requiere visa para ingresar, informó la cadena BBC.

Sin embargo, el paso fronterizo más cercano, el de la localidad nororiental polaca de Kuznica, estaba hoy cerrado.

La situación constituye una escalada tras meses de presión de miles de migrantes sobre las fronteras de Lituania y Polonia y, en menor medida, de Letonia, tres estados de la UE ubicados en el límite oriental del bloque con Bielorrusia.

En agosto, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) exigió a Polonia y Letonia proporcionar asistencia a los inmigrantes varados en sus fronteras, y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) llamó este mes a los Estados a cumplir con sus compromisos internacionales y dar un trato humano a los inmigrantes independientemente de su situación legal.

Sin embargo, Polonia y la UE insisten en su narrativa de que el Gobierno bielorruso del presidente Alexadr Lukashenko está dirigiendo a los migrantes a propósito hacia las fronteras en un intento de desestabilizar al bloque por haberle impuesto duras sanciones, junto con Estados Unidos, por la represión de protestas opositoras.

En junio, Lukashenko advirtió que Bielorrusia no tenía "ni dinero ni fuerza" para contener el flujo de migrantes.

En reacción a lo que califica de "ataque híbrido" de Bielorrusia, la UE suspendió hoy "parcialmente" un convenio que facilitaba la entrega de visados a bielorrusos.

La suspensión aplica para miembros del Gobierno, legisladores, diplomáticos e integrantes de primera línea del Poder Judicial. Desde ahora, estas personas deberán presentar documentación adicional y pagar más por las visas.

El organismo de la ONU para los refugiados, Acnur, expresó hoy su preocupación por la situación.

"Estamos muy alarmados por lo que vemos en la frontera polaco-bielorrusa. Estamos dispuestos a ayudar a las autoridades a acceder a los refugiados (...) y proporcionarles la protección que puedan necesitar", declaró la vocera del Acnur, Shabia Mantoo, en Ginebra.

Lukashenko y su par ruso, Vladimir Putin, conversaron hoy por teléfono sobre la tensión en la frontera entre Polonia y Bielorrusia e "intercambiaron puntos de vista sobre la situación", informó el Kremlin en un comunicado.

Más temprano, el canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo que la crisis se debía a la política de Occidente en Medio Oriente y África del Norte, pareciendo aludir a la invasión estadounidense de Irak, el derrocamiento del líder libio Muammar Kaddafi por la OTAN y al apoyo de Estados Unidos y países de la UE a los rebeldes sirios que quisieron derrocar al presidente Bashar Al Assad, aliado de Moscú.

Mientras tanto, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, viajó hoy a la frontera para reunirse con guardias fronterizos y funcionarios de seguridad.

Morawiecki elogió, también en nombre de la UE, su "defensa efectiva de la frontera".

"No sabemos qué más inventará el régimen de Lukashenko, esto es una realidad", agregó el premier.

La mayoría de los migrantes son de Siria e Irak, aunque también hay algunos en África, esperanzados de haber encontrado una nueva ruta de migración para entrar a Europa.

La mayoría solo quiere pasar por Polonia para llegar a Alemania u otros países del oeste de Europa.

Polonia ha recibido fuertes señales de solidaridad y respaldo de la UE, la OTAN y Estados Unidos.

La mayoría de los migrantes vuela a Minsk, capital de Bielorrusia, con visas de turista, y desde allí viajan en taxi hasta la frontera con Polonia.

La UE quiere presionar a las aerolíneas a "no facilitar la inmigración ilegal".

Los vuelos directos entre Irak y Minsk están suspendidos desde agosto, pero los migrantes han estado volando desde Siria, Turquía, Emiratos Árabes Unidos y hasta Rusia, según informes de la UE publicados en recientemente por diarios de Polonia.

Con información de Télam