El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó el lunes que su Gobierno no regresará a la mesa de diálogo en México si la oposición no cumple con el acuerdo en el que se estableció el depósito de 3.200 millones de dólares retenidos por Estados Unidos.
"No hay forma de que nosotros volvamos a México si ustedes no cumplen la firma, el acuerdo legalizado y depositan los 3.200 millones de dólares para el plan social que hemos consensuado entre ustedes la Plataforma Unitaria de Venezuela y nosotros", expresó Maduro durante su programa televisivo "Con Maduro+".
En noviembre de 2022, la administración de Nicolás Maduro y un sector de la oposición firmaron en Ciudad de México el segundo acuerdo parcial social para la protección de los ciudadanos de este país, el cual está dirigido a la recuperación de los recursos de Venezuela en el exterior para la atención de los servicios públicos y áreas de primera necesidad. El documento estableció la creación de un fondo fiduciario único con apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU); para el cual las partes identificaron los recursos congelados en el sistema financiero en el exterior que serán incorporados progresivamente. Maduro señaló que el Gobierno estadounidense saboteó el acuerdo rubricado entre las partes.
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Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) y de la delegación del Gobierno, Jorge Rodríguez, manifestó que Venezuela mantiene los cinco puntos planteados, entre los que destacan: levantamiento de las sanciones, la devolución del dinero "robado" al país e ilegalmente retenido, el cese del lawfare a través de tribunales internacionales, y la libertad inmediata del diplomático Alex Saab.
Las palabras de Maduro se dieron un día antes del auspicioso encuentro convocado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, para dar continuidad a las conversaciones de México. El encuentro que tendrá lugar este martes en Bogotá había recibido el visto bueno de Maduro y de Plataforma Unitaria –que congrega a varios de los partidos opositores venezolanos más importantes-. Además contará con la presencia de delegaciones de 20 países, entre las que se encuentran las de Estados Unidos con el asesor especial para las Américas, Chris Todd; y el director para asuntos del hemisferio occidental, Juan González; y de la Unión Europea con Josep Borrell al frente.
En la arena internacional, mientras tanto, parecieran ser cada vez más los actores interesados en que la crisis política, institucional y económica en Venezuela comience a desandarse. El golpe de la pandemia y la crisis económica mundial –en energía y alimentos, sobre todo a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania- son dos de los factores clave que pesan sobre el país con una de las mayores reservas de crudo en el mundo. De hecho, impulsó al presidente estadounidense, Joe Biden, a retomar el contacto con el Ejecutivo venezolano para que Chevron reactive la extracción y producción de petróleo en el país, aunque manteniendo limitaciones hacia la estatal venezolana PDVSA.
De intercambiar petróleo por transferencia tecnológica, vacas o maquinarias, Venezuela pasó a ser una de las economías más débiles del continente, sobre todo por las fuertes restricciones impuestas desde 2015.
Además, este lunes Guaidó llegó por sorpresa a Colombia y anunció que pedirá reunirse con las delegaciones internacionales que participarán del encuentro del martes y con "la diáspora venezolana" en ese país. Tras un comunicado en el que no aclaraba si se sentaría a la mesa del diálogo, el Gobierno anfitrión explicó poco después que no había invitado al líder opositor que durante un tiempo Estados Unidos, la Unión Europea y gran parte de los países de América Latina, incluido el Gobierno de Mauricio Macri, lo reconocieron como "presidente interino legítimo" de Venezuela. Hoy sus propios aliados en la oposición venezolana le quitaron ese título.
Con información de Sputnik