Crece la preocupación por la rápida transmisibilidad de la nueva variante Ómicron del COVID-19, descubierta por primera vez en Sudáfrica y que está devastando Europa. En este marco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este lunes que la nueva cepa del virus presenta "un riesgo muy elevado" para el mundo y subrayó que hay todavía muchas incógnitas, especialmente sobre el peligro real que representa.
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En un documento técnico en el que también da consejos a las autoridades para intentar frenar su avance, el organismo indicó que "hasta el momento no se ha registrado ninguna muerte asociada a la variante Ómicron". "Dadas las mutaciones que podrían conferirle la capacidad de escapar a una respuesta inmunitaria, y darle una ventaja en términos de transmisibilidad, la probabilidad de que Ómicron se extienda a nivel mundial es elevada", indicó la organización, mientras se amplía la lista de países donde la variante ha sido detectada tras los primeros casos producidos en África austral este mes de noviembre.
La OMS agregó que "en función de estas características podría haber futuros picos de Covid-19, que podrían tener consecuencias severas", publicó la agencia de noticias AFP. Las incógnitas sobre la variante Ómicron, descubierta en Sudáfrica, siguen siendo numerosas, advierte sin embargo la organización: su contagiosidad, y si ésta es inherente a las mutaciones constatadas o al hecho de que la variante elude la respuesta inmunitaria; el nivel de protección de las vacunas anticovid existentes, y la gravedad de la enfermedad, es decir si la variante causa síntomas más graves.
Qué se sabe de la nueva variante ómicron
La nueva variante del coronavirus -identificada primero en Sudáfrica, pero también detectada en Europa, América del Norte y Asia- está provocando preocupación en todo el mundo debido al número de sus mutaciones, que podrían ayudar a su propagación o incluso a evadir los anticuerpos de una infección previa o la vacunación. La propagación de la variante llevó a los países a anunciar nuevas restricciones a los viajes el viernes e hizo que los fabricantes de medicamentos se apresuraran a comprobar si sus vacunas para el COVID-19 seguían siendo protectoras.
La Organización Mundial de la Salud ya clasificó a la variante B.1.1.529, u ómicron, como una "preocupante" del SARS-CoV-2, diciendo que puede propagarse más rápidamente que otras formas de coronavirus.
Si bien la variante Delta sigue siendo la dominante en todo el mundo, aún no está claro si ómicron podrá desplazarla, dijo el doctor Graham Snyder, director médico de prevención de infecciones y epidemiología hospitalaria del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.
La nueva variante, en tanto, presenta más de 30 mutaciones en la parte del virus a la que se dirigen las vacunas disponibles, además se sospecha que ha provocado un aumento de las nuevas infecciones en Sudáfrica. Es probable que las mutaciones de ómicron hagan que ciertos tratamientos contra el COVID-19 -incluidos algunos anticuerpos fabricados- sean ineficaces, dijo el doctor David Ho, profesor de microbiología e inmunología de la Universidad de Columbia.
Las píldoras antivirales experimentales -como Paxlovid de Pfizer Inc y molnupiravir de Merck & Co Inc - atacan partes del virus que no han cambiado en ómicron, y estos fármacos podrían ser aún más importantes si la inmunidad natural y la inducida por la vacuna se ven amenazadas.