Un problema en la cadena de frío de las vacunas hechas por BioNTech y Pfizer retrasó la campaña de vacunación contra el coronavirus en varias ciudades de Alemania. Los indicadores de temperatura mostraron que cerca de mil dosis podrían no haberse mantenido a temperatura durante su tránsito y esperan saber si podrán seguir siendo útiles. También está atrasada la distribución y aplicación en Estados Unidos debido a los desafíos que impone la logística de traslado de este medicamento, ya que requiere temperaturas ultrabajas.
Los distritos de Coburg, Kronach, Kulmbach, Hof, Bayreuth y Wunsiedel en el norte de Baviera están aguardando informaciones oficiales. "Al leer los registradores de temperatura que estaban ubicados en las neveras, surgieron dudas sobre el cumplimiento de los requisitos de la cadena de frío", dijo el distrito de Lichtenfels en el norte del estado más grande de Alemania, en un comunicado.
Según informó Reuters, el personal médico comprobó que la temperatura de una de las heladeras de transporte había subido 15 grados centígrados, por encima del máximo de ocho grados estipulado por los fabricantes. Por su tecnología, las dosis deben ser almacenadas a temperaturas de -70 grados antes de ser enviadas a los centros de distribución en conteiners y llenos de hielo seco. Una vez fuera del almacenamiento, la vacuna debe mantenerse a 2ºC a 8ºC para que siga siendo efectiva hasta cinco días.
El domingo la Unión Europea comenzó la campaña masiva de vacunación contra el COVID-19 y estos retrasos dejaron en evidencia el desafío logístico que supone su suministro mientras se avanza en revisar la aprobación de otras dosis más fáciles de transportar como las de Moderna o AstraZeneca.
Los primeros en vacunarse fueron los habitantes de las residencias de ancianos. El Gobierno alemán planea distribuir más de 1,3 millones de dosis a las autoridades sanitarias locales antes de que acabe este año y unas 700.000 por semana desde enero.
En Argentina, en tanto, el traslado fue mucho más sencillo y durante todo el fin de semana se distribuyeron las dosis de la Sputnik V para, el martes, comenzar con la campaña más grande de la historia. Se trata de la primera tanda, integrada por 300 mil vacunas, destinada al personal de salud de entre 18 y 60 años. El Gobierno espera vacunar a diez millones de personas entre enero y febrero.