La ansiedad está latente. Todos esperan la pronta aparición de una vacuna contra el coronavirus y el Papa Francisco no evitó formar parte del debate por el acceso a la misma. Hoy afirmó que "es patrimonio de la humanidad", por lo que reclamó que sea “gratuita y universal” para todos los países, incluso para aquellos con pocos recursos económicos
“La vacuna es patrimonio de la humanidad, es universal porque la salud de nuestros pueblos, como la pandemia nos enseña, es patrimonio común, pertenece al bien común y ese debe ser el criterio”, dijo el Sumo Pontífice en una entrevista a la revista española Il mio Papa. En ese sentido, agregó que "la vacuna no puede ser propiedad del país del laboratorio que la encontró o de un grupo de países que se alían para esto”.
En medio de estos tiempos de crisis, el Papa reflexionó: "O salimos mejores o salimos peores. Y el modo en que salgamos depende de las decisiones que tomemos durante la crisis" y se preguntó "¿cuál será el modo de vida que le dejaremos a la futura generación? Se trata de dejar de pensar sólo en nosotros mismos o en nuestro presente y levantar la mirada al futuro en perspectiva de humanidad que quiere permanecer en el tiempo como parte de la creación".
Por eso, aseguró que hay que "hacerse cargo del futuro" y superar "la cultura del descarte" que "ha impregnado" la manera de relacionarnos.
"La pandemia nos hizo visualizar cómo nos habíamos acostumbrado a ese clima del descarte: el descarte de los viejos, el descarte de los pobres, el descarte de los chicos, de los chicos no nacidos", dijo al señalar que hay que cambiar el sistema económico que tiene entre sus fundamentos la injusticia.
Para el Papa, la sociedad debe contrarrestar la cultura del descarte que deshecha lo que "molesta", lo que "sobra" y lo que impide "tener más y más", y poner en práctica "la cultura del recibir, del acoger, de la cercanía, de la fraternidad". En ese sentido, agregó que "hoy día, más que nunca, se nos pide fraternidad, ir al encuentro del otro, del más débil y vulnerable para cuidarlo, para sentirnos responsables de él o de ella, porque no tiene los mismos recursos que los demás".