La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, estuvo este domingo junto a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, en Lampedusa y presentó un plan de emergencia contra la inmigración ilegal que afecta principalmente a la penísnula itálica. El encuentro se produjo después de varios días de oleadas migratorias y en un año que ya es récord.
Meloni llegó al gobierno iataliano el año pasado con la promesa de terminar con la migración ilegal pero por el contrario los números de migrantes no pararon de subir. Según apuntó The Guardian, este año llegaron a las costas italianas más de 127 mil personas, más del doble de migraciones que en 2022. "Lo que está en juego es el futuro que Europa quiere darse", lanzó Meloni junto a Von der Leyen. La líder de la coalición de ultraderecha presionó a sus pares europeos para que ayuden activamente a resolver la crisis y también aseguró que ya no alcanza con "redistribuir" a los migrantes.
Tras el recorrido, la jefa del ejecutivo europeo presentó un plan de ayuda de 10 puntos orientado a gestionar la situación actual, repartir mejor a los solicitantes de asilo entre los miembros del bloque y prevenir la repetición de episodios como la llegada masiva de personas, que ponen bajo presión a los sistemas logísticos y administrativos de Italia.
El objetivo del programa es combinar una postura firme frente a los traficantes de personas y una simplificación de las vías legales para que quienes reúnan los requisitos para pedir asilo puedan llegar a Europa, explicó Von der Leyen, informó la agencia de noticias AFP. Von der Leyen estimó que la migración irregular necesita una "respuesta europea" y pidió a los otros países del bloque que reciban a parte de los migrantes llegados a Italia.
El ejecutivo europeo quiere reforzar la ayuda que da a Italia la Agencia de Asilo de la Unión Europea (AAUE) y la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) para garantizar que los migrantes sean registrados, que se tomen sus huellas dactilares y que sean entrevistados. Frontex y otras entidades deberán, además, mejorar la vigilancia del mar y "analizar opciones para ampliar" sus misiones en el Mediterráneo.
Pero esta no es la primera vez que ambas partes se proponen mejorar la situación. En junio pasado Meloni y Von der Leyen firmaron un acuerdo de varios millones de euros con Túnez para frenar la migración irregular pero por el contrario, según afirmó The Guardian, el número de inmigrantes que cruzan de Túnez a Italia aumentó casi un 70% en los meses posteriores al acuerdo.
La situación en Lampedusa
El ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, y la comisaria europea del Interior, Ylva Johansson, también viajaron a Lampedusa. Las llegadas de migrantes a esta isla y sus traslados hacia Sicilia y el resto de Italia continuaron este domingo.
"Hay unas 1.500 personas esta mañana en el centro de acogida" de Lampedusa, con capacidad para 400 personas, indicó la Cruz Rola italiana, que administra ese lugar, informó la agencia AFP. Y agregó que están previstos traslados durante este domingo tanto a Sicilia como al continente.
En tanto, los habitantes de la isla, enojados con los masivos desembarcos de migrantes, recibieron a los responsables europeos en el aeropuerto y amenazaron con bloquear el cortejo. "Hacemos todo lo que podemos", les respondió Meloni. "Como siempre, asumo personalmente la responsabilidad", agregó.
Meloni y Von der Leyen se dirigieron al puerto donde están amarradas decenas de embarcaciones de todo tipo utilizadas por los migrantes, que en su mayoría partieron de Túnez, en el norte de África.
Entre el lunes y el miércoles pasados, unas 8.500 personas, más que toda la población local, llegaron a bordo de 199 embarcaciones, según cifras del organismo de migración de la ONU (OIM). La crisis migratoria dio lugar en los últimos tres días a una intensa actividad diplomática. Ayer sábado los ministros del Interior de Italia, Alemania y Francia junto a la presidencia española de la UE hablaron por teléfono sobre este tema.
Lampedusa, la isla más meridional de Italia situada a menos de 150 kilómetros de la costa tunecina, es un punto habitual de llegada de migrantes del norte de África.
Con información de Télam