Dos explosiones sacudieron hoy Kampala, la capital de Uganda, y dejaron al menos tres civiles muertos y decenas de heridos, en lo que la Policía describió como un ataque coordinado cometido por extremistas islámicos.
Además de los civiles, tres atacantes suicidas murieron en las explosiones, que provocaron escenas de caos en Kampala, con decenas de personas huyendo del centro de la ciudad, muchos de ellos en mototaxi, mientras la Policía acordonaba las áreas consideradas de riesgo.
"Las amenazas de bomba siguen activas, especialmente de atacantes suicidas", dijo el vocero de la Policía Fred Enanga, quien culpó de las explosiones a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo extremista islámico.
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Las explosiones ocurrieron con tres minutos de diferencia por extremistas que portaban explosivos.
Un posible ataque contra un tercer objetivo fue frustrado por la Policía que persiguió y desarmó a un presunto atacante, informó Enanga.
Una de las explosiones ocurrió cerca de una estación de Policía y la otra en una calle cercana al Parlamento, la cual provocó un incendio que alcanzó a los autos estacionados en las inmediaciones, informó la agencia de noticias AFP.
Al menos cinco de los 33 heridos, que fueron trasladados al principal hospital público de la ciudad, están en grave estado.
Uganda estaba en alerta desde hace varias semanas después de que se sucedieran una serie de episodios de este tipo.
El 23 de octubre, una persona murió y al menos siete resultaron heridas en una explosión en un restaurante, mientras que dos días después, otra explosión arriba de un colectivo provocó la muerte del atacante.
Las ADF, afiliadas al grupo radical Estado Islámico (EI) en África central, se atribuyeron la responsabilidad del ataque al restaurante.
El vocero de la Policía dijo que los ataques de hoy tenían "las señas de identidad" de ADF, al que describió como un "grupo terrorista nacional" ansioso por llevar a cabo más ataques y aseguró que al menos 150 atentados han sido desactivados recientemente.
Las ADF se han opuesto durante mucho tiempo al Gobierno del presidente Yoweri Museveni, un aliado de seguridad de Estados Unidos que fue el primer líder africano en desplegar fuerzas de paz en Somalia para proteger al Gobierno federal del grupo extremista Al Shabaab.
En represalia por el despliegue de tropas de Uganda en Somalia, al-Shabaab llevó a cabo ataques en 2010 que mataron al menos a 70 personas que se habían reunido en lugares públicos de Kampala para ver la final del Mundial de Sudáfrica de fútbol.
Pero las ADF, con sus raíces locales, se han convertido en un desafío más apremiante para Museveni, que ha gobernado Uganda durante 35 años.
En marzo, Estados Unidos vinculó oficialmente a las ADF con el grupo Estado Islámico. Los rumores de sus vínculos surgieron en 2019 del Grupo de Inteligencia SITE, que rastrea las actividades en línea de organizaciones extremistas.
Con información de Télam