La Unión Europea (UE) anunció un plan de inversión para relanzar los vínculos con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en el marco de la cumbre de dos días que comenzó hoy en Bruselas y en la que mantienen debates en torno al cambio climático, la Amazonía y la guerra en Ucrania.
La última cumbre de ambos bloques fue en 2015, pero la diversidad de posturas dentro de los bloques dificulta el consenso en varios temas, pero el anuncio de un importante plan de inversiones europeo allanó el diálogo.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció hoy una inversión de 45.000 millones de euros (50.560 millones de dólares) en un plazo de varios años para las economías de Latinoamérica mediante el programa Global Gateway, un plan de la UE en respuesta a las masivas inversiones de China.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
El tema de la deforestación y las cuestiones ambientales son uno de los principales temas de discordia que mantiene estancada las negociaciones para un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay).
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en su discurso de apertura de la cumbre polemizó con algunas posturas de la UE, que este año emitió una serie de nuevas pretensiones ambientales que deberían cumplir los países del Mercosur para avanzar con el acuerdo de ambos bloques.
"La defensa de los valores ambientales, que todos compartimos, no puede ser excusa para el proteccionismo. El poder adquisitivo del Estado es una herramienta fundamental para las inversiones en salud, educación e innovación" dijo Lula en Bruselas.
Para el mandatario brasileño, "proteger la Amazonía es un deber. Eliminaremos su deforestación para el 2030. Pero la selva tropical no puede ser vista solo como un santuario ecológico".
Además, la cuestión de la acción contra la deforestación en la región amazónica se tornó el centro de un agrio debate que en la práctica puso un freno a las negociaciones por un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur durante la presidencia en Brasil de Jair Bolsonaro.
Más temprano, durante un encuentro con von der Leyen, Lula afirmó que quería "profundizar con la UE la discusión sobre la cuestión climática".
Sin embargo, pidió a von der Leyen, que "la UE comprenda que viven en la Amazonia sudamericana 50 millones de personas que precisan tener condiciones de sobrevivencia digna y decente", informó la agencia de noticias AFP.
En su discurso, von der Leyen dijo que su ambición era "resolver los asuntos pendientes lo antes posible, de forma de concluir este acuerdo".
Durante su intervención en la cumbre, Lula también hizo referencia a la próxima reunión de presidentes de los países amazónicos en agosto próximo, para articular iniciativas comunes para la protección y el desarrollo sostenible de ese bioma.
Y resaltó que "el éxito de cada uno" de los países de ambos bloques es fundamental para el "éxito común".
Lula destacó la importancia de la inversión en América Latina por el papel "estratégico" que tiene para Europa y el mundo, al sostener que la región posee "enormes oportunidades" y que estos países "requieren inversiones en infraestructuras logísticas diversificadas, sociales y urbanas".
Asimismo, destacó la importancia de la contratación pública para articular las inversiones en infraestructuras y sostener la política industrial, y anunció el lanzamiento de un nuevo plan de inversiones en Brasil para promover la modernización de las infraestructuras.
El presidente había propuesto, en la última reunión de líderes sudamericanos que tuvo lugar en mayo pasado, en Brasilia, actualizar la cartera de proyectos del Consejo Sudamericano de Infraestructura y Planificación.
Por su parte, el presidente argentino planteó hoy la necesidad de que la Celac y la UE vayan hacia un acuerdo de asociación que garantice "un desarrollo equilibrado" sobre la base de un intercambio comercial "justo y equitativo, basado en el respeto mutuo".
En su discurso durante la Cumbre, Fernández -quien habló en su carácter de expresidente pro tempore del bloque latinoamericano- puso en valor a la Celac "como mecanismo de diálogo y concertación política, en un contexto en que las instituciones multilaterales fueron puestas a prueba por una crisis sin precedentes".
Fernández indicó que "como el resto del mundo" América Latina y el Caribe debió "enfrentar una crisis en cadena que ha determinado efectos perniciosos" sobre sus sociedades.
Remarcó que el problema de la deuda externa "también atormenta a muchos países hermanos", para luego señalar que "América Latina y el Caribe es la región más endeudada del mundo en desarrollo", con un promedio del "77% del Producto Bruto regional" comprometido al pago a acreedores.
"Nuestras regiones deben promover un comercio justo y equitativo, basado en el respeto mutuo", se dirigió Fernández a los mandatarios europeos.
Al igual que su par brasileño, también habló del impacto del cambio climático y dijo que "resulta necesario que el mundo desarrollado cumpla con el compromiso asumido de proporcionar los recursos financieros necesarios" que permitan "desarrollar energías limpias y sustentables".
La invasión de Rusia a Ucrania sigue siendo uno de los puntos de diferencia entre los bloques ya que la mayor parte de los países latinoamericanos no se han alineado con Kiev como pretenden los europeos.
El conflicto en Ucrania confirma que "el Consejo de Seguridad la ONU no atiende a los actuales desafíos a la paz y a la seguridad", valoró Lula.
"Repudiamos con vehemencia el uso de la fuerza para resolver disputas", afirmó, recordando que su país "apoya iniciativas promovidas por diferentes países y regiones en favor del cese inmediato de las hostilidades y de una paz negociada".
"Recurrir a sanciones y bloqueos, sin amparo del derecho internacional, sirve apenas para penalizar a las poblaciones más vulnerables", indicó.
La guerra en Ucrania fue mencionada directa o indirectamente en varios de los discursos de apertura, poniendo en evidencia que se trata de uno de los principales asuntos en la agenda de discusión.
A los temas comerciales -como la negociación con el Mercosur-, una reforma en la composición del sistema financiero internacional, el cambio climático y la transición energética, los negociadores europeos empujan por incluir una mención a la guerra en Ucrania en la declaración final.
El jefe del gobierno español y presidente pro témpore del Consejo de la UE, Pedro Sánchez, afirmó que ambos bloques deben renovar su "común confianza en los valores del multilateralismo, singularmente en la resolución pacífica de los conflictos en los principios de Naciones Unidas, en la protección de los derechos humanos y en el respeto a la integridad territorial de los estados".
Por su parte, el presidente pro témpore de la CELAC, Ralph Gonçalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, defendió que la cumbre "no debe convertirse en otro campo de batalla inútil para los discursos sobre este tema (la guerra), que ha sido y sigue siendo abordado en otros foros".
También hoy, los dos bloques acordaron sellar una "alianza digital", destinada a apoyar proyectos en una agenda de inversiones y fomentar iniciativas conjuntas.
Además, los presidentes de Argentina y Brasil, junto al de Colombia, Gustavo Petro, y de Francia, Emmanuel Macron, tenían prevista una reunión por la tarde con los negociadores del proceso político de Venezuela.
Con información de Télam
Cerrar sesión