Los 60 países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) cerraron hoy en Bruselas su primera cumbre en ocho años, marcada por el acercamiento de los europeos a la región, en la que se firmaron acuerdos por materias primas y energía renovable, mientras que al margen del encuentro se debatió la situación en Venezuela, así como el tratado de libre comercio con el Mercosur.
"Fue una cumbre excelente. Se sintió como un nuevo comienzo para viejos amigos. Nos necesitamos mutuamente. Son tiempos de grandes cambios geopolíticos. Y los amigos con ideas afines como nosotros debemos permanecer unidos", señaló este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en la conferencia de prensa final de la cumbre, que se da en medio de la guerra en Ucrania y de los intentos europeos para recuperar terreno ante la influencia de China en Latinoamérica.
Von der Leyen fue justamente ayer la encargada de dar a conocer que la UE invertirá 45.000 millones de euros en América Latina y el Caribe en el marco de Global Gateway, una iniciativa para fomentar proyectos sostenibles y que busca "crear cadenas de valor locales".
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"Más de 135 proyectos ya está en la línea de salida, desde el hidrógeno limpio hasta las materias primas críticas, desde la expansión de las redes de cables de datos de alto rendimiento hasta la producción de las más avanzadas vacunas ARN", señaló.
En ese contexto, la funcionaria europea firmó hoy un memorándum de entendimiento con Alberto Fernández sobre cooperación en materia de energías renovables, después del cerrado el mes pasado durante su visita a Buenos Aires sobre materias primas, que contempla una asociación con Argentina vinculada a estos insumos clave para la transición hacia energías más limpias, como el litio o el hidrógeno verde.
La guerra en Ucrania, que hizo que los europeos redujeran la importación de petróleo y gas ruso ante la decisión de Moscú de invadir el país vecino, así como los nuevos lineamientos ambientales, que apuntan a la transición energética, llevaron a que la UE buscara un socio en América Latina, donde se ubica además el llamado Triángulo del litio, conformado por Argentina, Bolivia y Chile, y que cuenta con casi el 65% de las reservas mundiales.
El litio es clave en el objetivo de varios países de alejarse de los combustibles fósiles ante la crisis climática, con el uso de automóviles eléctricos, cuyas baterías son fabricadas a partir de este metal.
En ese marco, la UE firmó este martes otro acuerdo con Chile sobre litio y cobre. Uno de los principales ejes es la cooperación en materia de investigación e innovación a lo largo de la cadena de valor de las materias primas y la minimización de la huella medioambiental y climática.
Otro de los memorándum de entendimiento cerrado en Bruselas fue con Uruguay, en un documento en el que se citan como prioridades las energías renovables, la eficiencia energética y el uso de hidrógeno verde.
La cumbre de dos días en Bruselas terminó con una declaración final de 41 puntos, entre ellos dos que tocan la cuestión sobre la soberanía de Malvinas, incluida por primera vez en un encuentro de este tipo, un pedido para poner fin al embargo contra Cuba, así como un apoyo a "un diálogo constructivo" en Venezuela.
Después de la reunión que mantuvieron ayer con representantes del gobierno y la oposición venezolanas al margen de la cumbre Alberto Fernández y sus pares de Brasil; Luiz Inácio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; y de Francia, Emmanuel Macron, así como el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell, los países participantes emitieron hoy una declaración en la que anticipan un nuevo diálogo en París en noviembre.
El texto final de la cumbre incluye también una referencia a la guerra en Ucrania, un aspecto que generó cierto debate en el encuentro y que finalmente llevó a que Nicaragua, representada en Bruselas por su canciller Denis Moncada, no firmara la declaración.
"Estamos encantados y satisfechos de haber llegado a una posición fuerte de 60 países. Un país no ha estado de acuerdo en razón de un punto de los 41 incluidos", señaló el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la conferencia de prensa de cierre de la cumbre.
Michel, que dijo que hay una "determinación" compartida de defender "un orden mundial basado en reglas y el multilateralismo", consideró un ´"éxito" el acuerdo de compromiso alcanzado para el texto final entre todas las naciones participantes.
Previamente, el presidente francés, Emmanuel Macron, había dado a conocer que Nicaragua era el único país de la Celac que no quería incluir la referencia a Ucrania en el texto.
"Manifestamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial, limitando el crecimiento, aumentando la inflación, perturbando las cadenas de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera", señaló la declaración.
Nicaragua es uno de los siete países que en febrero votó contra una resolución de la ONU que aprobó por 141 votos a favor exigir la "retirada inmediata" de las tropas rusas de Ucrania.
Por su parte, Alberto Fernández, quien participó en la conferencia de prensa de cierre de la cumbre junto a Michel, Von der Leyen, y el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, que ostenta la presidencia pro témpore de la Celac, minimizó hoy la controversia sobre el tema y dijo que "hay más una especulación periodística que la realidad".
El presidente argentino destacó que "la inmensa mayoría" de los países de la Celac condenaron la invasión rusa a Ucrania ante la ONU, pero dijo que este tema no fue el central de la cumbre.
El acuerdo de la UE con el Mercosur tampoco formaba parte de la cumbre, pero fue el eje de un diálogo el lunes entre los cancilleres sudamericanos, entre ellos el argentino Santiago Cafiero, con el vicepresidente Ejecutivo y Comisario de Comercio europeo, Valdis Dombrovskis.
En la cumbre celebrada a principios de julio en Puerto Iguazú, los presidentes del Mercosur coincidieron en la necesidad de avanzar en la ratificación del acuerdo con la UE, cerrado en principio en 2019 después de 20 años de negociaciones, pero insistieron en que sea justo para ambas partes.
El bloque trabaja actualmente en una respuesta al instrumento adicional presentado en marzo por los europeos, que establece nuevas exigencias medioambientales para ratificar el acuerdo.
En tanto, la UE y países de América latina y el Caribe acordaron ayer sellar una "alianza digital", destinada a apoyar proyectos "en una agenda de inversiones y fomentar iniciativas conjuntas para la "innovación birregional y la transformación digital".
Los líderes de ambas regiones se comprometieron además a celebrar cumbres cada dos años y acordaron que la próxima será en Colombia, que en 2025 ostentará la presidencia pro témpore de la Celac, después de la de Honduras en 2024.
Con información de Télam