Rusia rechazó hoy la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el más importante tribunal de la ONU, que ayer ordenó a Moscú poner fin inmediatamente a sus operaciones militares en Ucrania.
"No podemos tomar en cuenta esta decisión", dijo a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayando que las dos partes, Rusia y Ucrania, tenían que estar de acuerdo para que esta decisión se aplique, informó la agencia de noticias AFP.
El tribunal, con sede en La Haya, Países Bajos, actuó luego de una solicitud de Ucrania, cuyas autoridades se felicitaron ayer por "una victoria de la justicia y de Ucrania", tras la decisión.
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Los veredictos de la CIJ, que entiende en disputas entre Estados de la ONU, son de obligatorio cumplimiento y la apelación no es posible, pero el tribunal no tiene, per se, cómo forzar a que se respeten.
En caso de incumplimiento, la CIJ puede girar el caso al Consejo de Seguridad de la ONU para que apruebe una resolución que obligue al país señalado a cumplir con su fallo, pero Rusia tiene poder de veto sobre las resoluciones del consejo, máximo órgano de la ONU.
Rusia se negó a comparecer en las audiencias de la CIJ sobre este caso, el y de 8 de marzo, y en un documento escrito negó la competencia del tribunal en este asunto.
La CIJ basa sus resoluciones principalmente en los tratados y convenciones existentes.
Ucrania y Rusia son miembros de la Convención de Naciones Unidas contra el Genocidio, que data de 1948.
Ucrania considera que Rusia justificó ilegalmente su invasión alegando un falso genocidio contra las poblaciones de habla rusa en las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país.
"Hay que detener a Rusia, y el tribunal tiene un papel que desempeñar para impedirlo", sentenció la semana pasada, en una audiencia preliminar, el representante de Ucrania Anton Korynevych.
Con información de Télam