La situación bélica de Rusia y Ucrania significa que la guerra llegó a las fronteras rusas, por lo que, lejos de replicarse las características de la Guerra Fría de los 60 y 70, se trata más bien de una guerra bastante caliente, afirmó el titular del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narishkin.
Advirtió el funcionario que Occidente intenta no solo crear un nuevo "telón de acero" en torno a Rusia, sino "destruir" el Estado.
"A los políticos y comentaristas occidentales les gusta llamar a lo que está sucediendo una 'nueva guerra fría'. Parece que los paralelos históricos no son del todo apropiados aquí. Aunque solo sea porque en la segunda mitad del siglo XX, Rusia luchó contra Occidente en las zonas lejanas, y ahora la guerra ha llegado a las fronteras de nuestra Patria. Así que para nosotros está claro que no es una guerra 'fría', sino bastante caliente'", dijo Narishkin.
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El director del Servicio de Inteligencia Exterior insistió en que el estatus neutral de Ucrania es de importancia crucial para Rusia porque es la barrera territorial mínima que necesita para repeler los ataques de Occidente", reportó la agencia Sputnik.
Tropas rusas llevan ya una semana en territorio ucraniano, según Moscú en asistencia a las que considera repúblicas de Lugansk y Donetsk, atacadas por Kiev.
Esa operación militar especial", como la llamó el presidente Vladimir Putin, apunta en teoría a atacar únicamente objetivos militares y le vali´ço a Rusia una catarata de sanciones prácticamente en todos los ámbitos.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso la ley marcial en todo su territorio, además del toque de queda en Kiev y otras ciudades, y decretó la movilización general.
Con información de Télam