Fiscalía ucraniana pide el arresto domiciliario de un líder religioso al acusarlo de prorruso

01 de abril, 2023 | 13.35

La Fiscalía ucraniana pidió hoy el arresto domiciliario de un líder religioso, interrogado bajo la acusación de tener vínculos con Rusia, lo que provocó además que decenas de fieles se reunieran frente al célebre monasterio de Kiev que encabeza.

Numerosos fieles -entre ellos religiosos- se reunieron delante de las Cuevas, un espléndido monasterio de Kiev que alberga una Iglesia ortodoxa históricamente vinculada con Moscú.

El líder espiritual del monasterio, el metropolita Pavlo, fue interrogado hoy por las autoridades ucranianas, tres días después de que él y sus monjes fueran objeto de una orden de expulsión, en el contexto de la guerra en Ucrania lanzada por el Kremlin.

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Frente a los fieles, un pequeño grupo de activistas proucranianos blandió banderas nacionales azules y amarillas.

Según los servicios de seguridad ucranianos (SBU), el abad es sospechoso de "justificar, negar la agresión armada de la Federación de Rusia contra Ucrania y de glorificar a sus participantes", así como de "violar la igualdad de los ciudadanos en función de su pertenencia racial, nacional, regional o religiosa".

El responsable religioso fue conducido a un tribunal de Kiev para una audiencia a la que asistió, entre otros, un periodista de la agencia de noticias AFP. Sin embargo, ésta se aplazó hasta el lunes, ya que Pavlo no se sentía bien.

"El arresto domiciliario del metropolita Pavlo por falsas acusaciones es, por desgracia, una continuación natural de la anarquía creada por el gobierno ucraniano", denunció en un comunicado el responsable de las relaciones con los medios de comunicación de la Iglesia ortodoxa en Moscú, Vladimir Legoida.

Fundado en el siglo XI y declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el Monasterio de las Cuevas -que domina las orillas del río-, alberga la sede de la Iglesia ortodoxa ucraniana sometida al patriarcado de Moscú antes de la invasión rusa lanzada en febrero de 2022.

Esta confesión anunció en mayo la ruptura de sus vínculos con la Iglesia rusa, cuyo patriarca ruso, Kirill, apoya la invasión.

Pero el gobierno de Kiev considera que esta Iglesia sigue siendo de facto dependiente de Moscú y, a pesar de la orden de las autoridades de abandonar el lugar, los monjes se niegan a marcharse.

Con información de Télam