El Parlamento de Estonia declaró hoy "régimen terrorista" a Rusia tras condenar la anexión de territorios ucranianos por parte de Moscú.
Con el voto de 88 de los 101 diputados presentes, el Parlamento de la exrepública soviética sacó adelante la moción en la que "declara a Rusia como régimen terrorista y a la Federación Rusa como un país que apoya el terrorismo".
Agrega que el "régimen" del presidente Vladimir Putin, "con sus amenazas de ataques nucleares, ha convertido a Rusia en el mayor peligro para la paz tanto en Europa como en todo el mundo", según reprodujo la agencia de noticias AFP.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La amplia resolución recoge también el apoyo a las investigaciones iniciadas por el Tribunal Internacional de Justicia y el Tribunal Penal Internacional por la posible comisión de delitos de guerra, así como a la propuesta de despojar a Rusia de su estatus como miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Asimismo, rechaza el uso de formaciones armadas en el conflicto como el Grupo Wagner, al que propone catalogar como terrorista junto a las fuerzas militares de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, y pide a la UE y a la OTAN ampliar la ayuda militar y humanitaria Ucrania ahora y después de la guerra.
El órgano legislativo también condenó la anexión decretada por Putin de cuatro provincias de Ucrania ocupadas por tropas rusas, las orientales Donetsk y Lugansk y las sureñas Jerson y Zaporiyia, tras la celebración de sendos referendos cuestionados por Occidente.
Los territorios incorporados a Rusia son contiguos y crean un corredor terrestre crucial con la península ucraniana de Crimea, que fue anexada por Moscú en 2014.
Por el contrario, el Parlamento de Estonia no dio su visto bueno a las cinco enmiendas presentadas por el opositor Partido Popular Conservador de Estonia (EKRE) por las que se demandaba a los socios internacionales del país báltico la retirada de sus embajadores en Moscú y el cierre de todas sus misiones diplomáticas en Rusia.
Entre las enmiendas de la fuerza opositora se incluía no permitir a los ciudadanos rusos la posibilidad de pedir asilo en los Estados miembro de la UE y deportar a aquellos que están sujetos a ser movilizados por las autoridades rusas.
Con información de Télam