El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy que las masivas sanciones contra Moscú permitirán que las empresas del país puedan instalarse "tranquilamente" en la península de Crimea, de cuya anexión por parte de Rusia se cumplieron ayer ocho años.
"Los grandes grupos rusos, que temían las sanciones, no tienen ahora nada que temer. Pueden venir tranquilamente a la península, en particular los bancos, y trabajar activamente en la región" declaró Putin.
"Las restricciones contra Rusia crean numerosos problemas; pero eso no es todo, también abren nuevas posibilidades", agregó, en una reunión gubernamental sobre la situación económica en Crimea.
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Tras la anexión (2014), seguida de un primer tren de sanciones occidentales contra Moscú, varios grupos rusos importantes no habían invertido en Crimea, por temor a ser sancionados.
Ayer, Putin defendió la anexión, producida a través de un referendo separatista, que calificó de "oportuna" a la vista de lo que ocurrió desde entonces en Ucrania, escenario de una "operación militar especial" rusa, como definió a la invasión militar iniciada hace 22 días.
"En febrero-marzo de 2014 los crimeos y habitantes de Sebastopol mostraron coraje y patriotismo, y erigieron un muro frente al avance de los neonazis y radicales que organizaron y perpetraron el golpe de Estado en Kiev", dijo Putin, citado por la agencia de noticias AFP.
También destacó que a los crimeos "no les tembló el pulso" e "hicieron la elección libre y consciente de estar junto a Rusia".
"Los últimos años han demostrado de manera convincente qué correcta y oportuna fue esa elección", subrayó.
Ahora, añadió, "basta con observar lo que ocurre en (la región ucraniana rusoparlante y separatista de) el Donbass y todo se vuelve claro".
Con la presencia de militares rusos, los crimeos celebraron el 16 de marzo de 2014 un referendo en el que apoyaron mayoritariamente la incorporación del territorio a Rusia.
La República de Crimea proclamó al día siguiente su independencia y se dirigió al Kremlin con un pedido de adhesión, que Putin anunció públicamente el 18 de marzo de ese año, decisión condenada unánimemente por la comunidad internacional.
En represalia por la intervención militar rusa en Ucrania iniciada el 24 de febrero, los occidentales adoptaron nuevas sanciones de una magnitud histórica contra varias empresas rusas.
Estas sanciones paralizaron una parte del sistema bancario y financiero del país y causaron el hundimiento del rublo, además de disparar la inflación
Ante estas sanciones, Putin prometió ayer aumentar "el mínimo vital, los salarios de los funcionarios", así como las jubilaciones, para superar la "guerra relámpago" económica occidental.
Con información de Télam